¿A pesar del tratamiento el asma de tu hijo está fuera de control? Lee esto
Pocas enfermedades tienen un efecto tan negativo en la vida de los niños y adolescentes como es el asma persistente o de difícil control.
Pocas enfermedades tienen un efecto tan negativo en la vida de los niños y adolescentes como es el asma persistente o de difícil control, ya que además del impacto físico y económico que conlleva, existen desafíos psicosociales en el hogar o colegio que los afectados deben superar.
Aunque después del diagnóstico su atención debería ser relativamente sencilla, a menudo pacientes y familiares subestiman la gravedad y aumento progresivo de síntomas como tos, falta de aire u opresión en el pecho, dando lugar a las llamadas crisis o exacerbaciones, que son el principal motivo de urgencias, hospitalización, ausentismo y bajo rendimiento escolar.
Por ello, “es importante que los padres estén bien informados sobre cómo ayudar a sus hijos con asma, pues de no hacerlo pueden ver limitadas sus actividades cotidianas. Además, hay personas que se sienten tan mal que llegan a deprimirse y aislarse” comentó la actriz mexicana Mariana Ávila, quien desde hace más de 30 años vive con este padecimiento que afecta a 300 millones de personas en el mundo, de las cuales cerca de 250 mil fallecen cada año por su causa.
“En mi caso, desde pequeña supe que algo no andaba bien. Cuando jugaba, me ejercitaba o me estresaba tosía mucho, mi pecho silbaba y me faltaba el aire. En las noches me daba pena roncar como un señor de más de 60. Para evitarlo, dormía sentada y tenía miedo de no poder respirar y morir. Tristemente, debido a un erróneo diagnóstico de alergia, pasé toda mi niñez sin una terapia adecuada. Fue hasta los 20 años de edad que, después de varios estudios, una neumóloga-pediatra del INER me la diagnosticó y controló”.
Ahora Mariana tiene una vida plena y sin limitaciones gracias a que en la última década aprendió a conocer su cuerpo, el cual cuida todos los días con ejercicio, un plan de alimentación y apego al tratamiento indicado por su médico. “Si a mí me hubieran detectado y atendido el asma a edades tempranas, mi historia sería distinta. Cada vez que puedo hablo con mis amigas, que tienen niños pequeños, para explicarles la importancia de la detección temprana y de contar con una terapia inhalada de mantenimiento que alivie los síntomas y mejore su calidad de vida. No quiero que ninguno sufra como yo. Ellos tienen derecho a jugar, a no vivir con miedo y a ser felices”, destacó.
Al respecto, la Dra. Mercedes Yance Valenzuela, neumóloga pediatra adscrita al Servicio de Neumología Pediátrica del Hospital Star Médica Infantil Privado, dijo que cinco de cada 10 niños con asma en edad escolar no están bien controlados a pesar de que reciben corticoides inhalados o un agonista ßeta2 de acción prolongada.
“En infinidad de casos incrementar la dosis de alguno de ellos puede causar mayores efectos adversos. Y es que la medicación habitual alivia la inflamación de las vías respiratorias y el broncoespasmo (contracción del músculo bronquial) pero no da una solución definitiva, por lo que este grupo sigue presentando exacerbaciones”.
Señaló que un buen tratamiento farmacológico no solo es aquel que controla las manifestaciones clínicas de la enfermedad, la estabilidad funcional y reduce la utilización de medicamentos de rescate frente a las crisis, sino que también prevé recaídas futuras. Por eso, desde el año pasado la comunidad médica ya cuenta con el tiotropio para el manejo de niños mexicanos con asma a partir de los 6 años de edad que, pese a estar medicados, continúan sintomáticos.
La también miembro de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax explicó que este medicamento es un broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada de mayor experiencia clínica al nivel mundial y, debido a sus alto perfil de seguridad y eficacia en población infantil, recientemente fue incluido en las Guías Internacionales de Tratamiento de la Global Initiativa for Asthma (GINA 2018).
El tiotropio se administra mediante un dispositivo inhalador (Respimat) de fácil uso para los menores de edad, el cual no daña la capa de ozono, pues genera una nube de suave dispersión de partículas microscópicas del medicamento para que lleguen directamente a los pulmones, lo que facilita la respiración de forma inmediata.
Por esa razón, la educación para el auto-control es básica, lo que implica que tanto los menores, sus padres y maestros conozcan sobre el asma, eviten la automedicación o remedios ‘mágicos’ que pueden comprometer su salud y bienestar y, sobre todo, aprendan a tomar decisiones compartidas con el médico.
Recordó que el asma se controla, más no se cura, y es una de 15 principales causas de mortalidad en México con 4,000 fallecimientos por año.
“Afecta principalmente al 12 por ciento de los niños y existen factores genéticos y ambientales que interactúan para que se desarrolle: predisposición hereditaria a alergias, historia familiar de asma, contacto con alérgenos que se transportan por aire (ácaros, hongos ambientales, polen), exposición a irritantes como humo de tabaco o infecciones virales en los primeros meses o años de vida; incluso, el antecedente personal de rinitis alérgica mal controlada u obesidad”.
“El objetivo de todos es contribuir para poner un alto a la complicaciones y muertes prematuras por falta de un buen control, tal como lo establece el lema del Día Mundial del Asma 2019.