La seguridad es primero
Cuando salimos a pasear en auto con nuestro perro, solemos llevar agua para él en una botella de licor vacía. Cierta vez, durante una excursión, nos detuvimos para dejar salir un rato al perro. Mientras vertía yo un poco de agua en su tazón, noté que un hombre me observaba. Luego, se acercó y me dijo:
—¡Espero que no le pida que conduzca él!
gcfl.net
Si al principio no tienes éxito, tú y yo tenemos mucho en común.
@kentwgraham
Cierta vez, durante una típica cena ruidosa en casa de mis padres, mi papá estaba batallando para seguir las conversaciones. Interrumpía cada minuto con comentarios que no venían al caso, y constantemente nos pedía que repitiéramos lo que acabábamos de decir. Casi al final de la velada, me animé a decirle que tal vez necesitaba un auxiliar auditivo.
Papá me miró como si yo estuviera loca, y entonces exclamó:
—¡Yo no necesito ningún autobús colectivo!
@PatTornatore
Un vecino de mi sobrina presentó una queja formal contra ella en un juzgado civil porque le molestaban mucho los ladridos de sus perros. Durante la audiencia, el juez le hizo una pregunta al demandante, y éste no contestó.
—Responda la pregunta, por favor —insistió el magistrado.
El vecino de mi sobrina se puso de pie, sobresaltado.
—¿Se dirige a mí, su señoría? —repuso—. Lo lamento, pero estoy sordo como una tapia.
El caso se declaró improcedente.
Helen Reynolds, Estados Unidos
Después de que el equipo de futbol americano de Filadelfia y sus seguidores sufrieron una derrota muy dolorosa al comienzo de la temporada, un hombre llamó a un popular programa deportivo de radio para hacer una sugerencia.
—Creo que todo el mundo debería llamar a este programa para expresar unas palabras al equipo —dijo.
—De acuerdo. ¿Qué palabras diría usted? —inquirió el comentarista.
—Me aburrí como una ostra —respondió el aficionado.
Tomado de Sports Illustrated
Mientras trabajaba como voluntaria en un comedor de beneficencia hice buenas migas con un hombre soltero muy atractivo. Fue un alivio para mí, porque casi todos los hombres que me atraían estaban casados. Así pues, optimista ante un posible romance, le pregunté a mi nuevo conocido a qué se dedicaba.
—Soy sacerdote —contestó.
Lisa Shasha, Estados Unidos
En cierta ocasión, después de enviarle varios mensajes de texto a mi esposa y leer sus respuestas, le pedí a Siri en son de broma que le comunicara lo siguiente: “Ahora debes volver a trabajar. Recuerda que tienes un marido que mantener”. Sin embargo, el mensaje que Siri le envió fue éste: “Ahora debes volver a trabajar. Recuerda que tienes un malherido que mantener”.
John Brown, Estados Unidos
Mientras el fotógrafo nos indicaba a mi flamante esposo y a mí dónde colocarnos para poder tomar las fotos de nuestra boda, dijo:
—¿Alguna vez ha modelado?
Me sonrojé, halagada.
—No —contesté—, pero siempre pensé que podría…
Con el rostro serio, el fotógrafo me interrumpió para añadir:
—Me refería a él.
Joanne Noffke, Canadá