En América Latina y el Caribe, se estima que al menos 30 mil niñas, niños y adolescentes menores de 19 años son afectados por el cáncer anualmente. En México, se registraron más de 600 fallecimientos por distintos tipos de cáncer infantil durante el primer semestre del 2023.
Durante la primera mitad del 2023, en México de registraron 482 fallecimientos por cáncer infantil en menores de 5 a 14 años de edad, posicionando a los tumores malignos como la segunda causa de fallecimientos en el país en este rango de edad.
El cáncer puede surgir en cualquier parte del cuerpo. Empieza con un cambio genético en una sola célula, que luego crece hasta dar lugar a una masa que invade otras partes del organismo.
Los tipos más comunes de cáncer en infantes son: leucemia, cáncer cerebral, linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.
Hablar de cáncer infantil es hablar de leucemia linfoblástica aguda (LLA), la forma más común entre niños y adolescentes y que reporta alta incidencia de casos, tan solo en 2022 se registraron más de 5 000 casos nuevos en México.
La leucemia es un cáncer de la sangre que afecta a los glóbulos blancos. Estas células se producen en la médula ósea, y cuando se vuelven cancerígenas, crecen y se multiplican sin control.
La recomendación de los expertos es mantenerse atentos a los síntomas de la LLA para poder diagnosticar la enfermedad a tiempo, y así poder tratarla oportunamente.
Algunos de los síntomas que presenta la LLA son:
Hoy en día, la leucemia linfoblástica aguda ha cambiado de ser una enfermedad ampliamente mortal a una con la mayor tasa de curación en la hemato-oncología, lo que es más notable en pacientes que viven en países altamente desarrollados, en los que la supervivencia a cinco años llega al 90 %, en contraste con cerca del 70 % en México, que se debe en gran medida a la falta de un diagnóstico temprano.
Existen diferentes factores de riesgo para la leucemia infantil entre los que se encuentran la exposición a niveles altos de radiación, tener determinados síndromes hereditarios, tales como el síndrome de Down y el síndrome de Li-Fraumeni, tener una enfermedad hereditaria que afecta al sistema inmunológico o tener un hermano o hermana con leucemia.
“Es muy importante que, ante cualquier anomalía en la salud de sus hijos, los lleven al pediatra para una revisión. Esto no solo es bueno para que los niños estén sanos, sino que también puede ayudar a detectar enfermedades graves, como la leucemia linfoblástica aguda”, indicó el Dr. Max Saráchaga, director médico de Amgen México.
El tratamiento para esta enfermedad está basado en la quimioterapia, donde puede presentarse una baja en las defensas, así como la presencia de anemia.
Algunos pacientes son candidatos a un trasplante de médula ósea para revertir el daño que haya generado tanto el cáncer, como la terapia para erradicarlo y, finalmente también existen tratamientos innovadores como el anticuerpo acoplador biespecífico de células T, que actúa para dirigir a las células T del organismo (parte del sistema inmune) para atacar y destruir las células que muestran la proteína CD19, misma que se encuentra en la superficie de las leucemias y linfomas.
Es un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático, parte del sistema inmunitario del cuerpo que se encarga de combatir los gérmenes.
Los glóbulos blancos crecen sin control, provocando que los ganglios linfáticos se inflamen y que aparezcan abultamientos en todo el cuerpo. Los dos tipos principales de linfoma de Hodgkin en infantes son:
Algunos factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer infantil, son:
Algunos signos y síntomas que pueden presentar distintos tipos de cáncer infantil comprenden:
Aproximadamente cinco por ciento de todos los cánceres en los niños son causados por una mutación hereditaria (una mutación genética que puede transmitirse de padres a hijos).
Aunque el cáncer en edad pediátrica es la principal causa de muerte, puede ser curable si se logra una detección temprana con un tratamiento específico y dirigido.
Durante el 2021 en México, el cáncer infantil fue la segunda causa de muerte por enfermedad en niños de 5 a 14 años y la cuarta en niños menores de cinco, y representa casi 70% de la carga total de cáncer en estos grupos de edad.
“Es importante que los médicos realicemos un buen interrogatorio a la familia sobre los antecedentes de cáncer y de las edades de presentación, lo que permitirá conocer los antecedentes en los niños e identificarlos como un factor de riesgo”, precisó la Dra. Melania Abreu, médica genetista del Centro Médico ABC.
Más allá del interrogatorio de antecedentes, también es recomendable realizar estudios genéticos, señala la especialista. Estos permiten detectar a tiempo las mutaciones que pueden desencadenar cáncer, hay que recordar que, tanto en adultos como en niños y adolescentes, es una enfermedad genética.
“Cada una de las células que pierde el control de la división celular, acumulan mutaciones y son las que generan la aparición del cáncer. En las leucemias y linfomas, que son los más frecuentes en niños, las mutaciones se deben a la fusión de un gen con otro gen que resulta en su expresión de una proteína, con características nuevas que condicionan al desarrollo de la enfermedad”, finalizó la especialista.
Este 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil.
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