Cazafantasmas

A más de 30 años de haber visto un grupo de cazafantasmas masculino dedicado a librar a Manhattan del ectoplasma. Ahora los tiempos se amoldan para que este conjunto de gente sean mujeres, en su mayoría conformada por científicas, ellas buscarán tener una voz y credibilidad en la Gran Manzana.

En esta ocasión el filme está cimentado, en su mayoría, por sketches, algunos mejor librados que otros, en los que la química de las cuatro protagonistas fluye, en especial Wiig, quien consigue los mejores momentos de la cinta. Sin ser propositiva, ni original, sigue fehacientemente el molde en el que está inspirada.

Entre los aditamentos que enriquecen al filme se localizan diferentes cameos, en los que se acude al reparto del filme de 1984, inyectando de nostalgia, energía y vitalidad a esta propuesta; la forma en la que van desfilando es uno de los atractivos de la cinta, incluso hasta en las escenas finales hay sorpresas.

Ya había demostrado su vis cómica en Vacaciones; sin embargo, ahora es más palpable y vívida la naturalidad con la que Chris Hemsworth se desenvuelve en la comedia, tal vez es de lo mejor de la cinta, en la piel de un secretario sexy pero realmente estúpido, tiene momentos realmente hilarantes.

Uno de los detractores del filme es su doblaje en español, si puede hacerlo huya, ya que demeritan algunos chistes o los tropicalizan en una forma torpe e insustancial. Esta nueva versión es capaz de liberarnos de los fantasmas del tedio, no es tan mala como muchos han dicho, pero tampoco es una cinta imperdible del verano.