Descubre cómo afecta dormir mal a tu salud
Investigaciones han desentrañado a un sorprendente huésped de riesgos para la salud en las personas que duermen bien, sea por depresión o por sobrepeso.
Los expertos recomiendan que duermas un promedio de 6 a 8 horas al día. Si no obtienes suficiente descanso, checa estos consejos para obtener una noche perfecta de sueño.
Tal vez hayas escuchado que la falta de sueño está relacionada con el sobrepeso. Un estudio Finlandés demostró qué es primero: los problemas de sueño, especialmente en la mujer.
El estudio siguió la pista a hombres y mujeres de edad media en el curso de cinco a siete años. Los investigadores encontraron que los trastornos del sueño, como problemas para dormir o para quedarse dormido, o despertar varias veces por la noche, estaban asociados, únicamente con las mujeres, con subir cinco kilos o más.
No dormir bien puede causar estragos en la regulación metabólica del cuerpo, de acuerdo a una nueva investigación realizada en Holanda. Los investigadores encontraron que dormir sólo cuatro horas puede dañar el uso de la insulina del cuerpo hasta un 25%.
La resistencia a la insulina puede conducir a la diabetes tipo 2 (la inhabilidad de utilizar la insulina para controlar la glucosa de la comida), la cual, si no se trata, puede conducir a otras enfermedades, incluyendo problemas de corazón.
Si tienes menos de 40 años, dormir menos de cinco horas, o más de ocho, cada noche, puede conducir a una mayor acumulación de grasa en el estomago o grasa ‘visceral’.
Estos hallazgos, de los investigadores de Carolina del Norte, descartaron otros factores que provocaban el acumulamiento de grasa, como la ingesta de calorías, los hábitos de ejercicio, la educación y si fumaban.
Este tipo de grasa abdominal está asociada con el incremento en el riesgo de malas condiciones en la salud, incluyendo la diabetes y la presión arterial elevada.
Dormir menos de cuatro horas durante algunas noches al hilo puede provocar que acortes tu rutina normal de ejercicio, de acuerdo a los hallazgos logrados por investigadores alemanes. Los participantes en el estudio, quienes no podían dormir bien, también tenían muy poca actividad física.
Debido a que los investigadores no encontraron un incremento en la ingesta de calorías o cambios significativos en las hormonas relacionadas al hambre, como la leptina o la ghrelina, sus hallazgos confirman la teoría de que la gente está simplemente muy cansada para hacer ejercicio después de una mala noche de sueño.
Un estudio reciente realizado por investigadores de Virginia sugiere que los que padecen insomnio se enfrentan a un riesgo de dos a cinco veces más elevado de desarrollar depresión. (No existe un criterio estándar para definir el insomnio; sin embargo, es diagnosticado generalmente cuando la gente tiene problemas para dormir o para mantenerse dormidos ‘la mayor parte del tiempo’.) Los investigadores concluyeron que tratar el insomnio puede ayudar a ahuyentar la depresión.
Los trastornos de sueño incrementan la presión arterial durante la noche. Los estudios han demostrado una correlación entre la gente con insomnio y problemas del corazón. Una investigación de la Universidad de Montreal puede explicar el por qué. El sistema nervioso central de las personas con trastorno de sueño se vuelve hiperactivo durante las noches. En otras palabras, los insomnes tienen un ritmo más elevado de presión sanguínea durante la noche que en el día.
Un estudio reciente realizado por investigadores australianos descubrió algo sorprendente: la percepción que tienen las mamás primerizas sobre dormir mal y la conciencia que tienen de su impacto en sus actividades día a día predicen la manera en que se modificará su estado de ánimo después del parto, que la cantidad real de la calidad y cantidad de sueño (que van a la baja en ese período).
Esta percepción sobre dormir mal puede empeorar el estrés subjetivo y la frustración, lo que da como resultado un círculo vicioso.
Tomado de: Best Health, CA, septiembre de 2010