La fuerza mental es la capacidad de afrontar los desafíos de la vida con resiliencia y determinación. Es la capacidad de superar los obstáculos, aprender de los errores y salir fortalecido de las adversidades.

Las personas mentalmente fuertes son capaces de controlar sus emociones, mantener la calma bajo presión y tomar decisiones acertadas incluso en situaciones difíciles. También son capaces de recuperarse rápidamente de los contratiempos y seguir adelante con sus objetivos.

Si quieres convertirte en una persona mentalmente fuerte, hay algunas cosas que puedes hacer. En este texto, te daremos algunos consejos para desarrollar la fuerza mental y superar cualquier obstáculo que te encuentres en el camino.

Consejos para convertirte en una persona mentalmente fuerte

La ciencia lleva años poniendo a prueba el proceso de desarrollo de una mente fuerte, experimentando con soldados sometidos a situaciones de gran presión, atletas de élite y personas que operan bajo un estrés intenso, como los mediadores implicados en casos de secuestro o terrorismo. Independientemente del escenario, siempre hay algunos factores comunes que, cuando se convierten en hábitos rutinarios, pueden mejorar tu fuerza mental, lo que se traduce en una mayor decisión, una mejor toma de decisiones y una mayor capacidad para alcanzar tus objetivos.

Aprender a gestionar las emociones y encauzar mejor los desbordes

Quienes tienen una mentalidad fuerte procesan la información emocional de una manera asertiva; ven detalles que a otros se les pasa por alto, por el simple hecho de dejarse arrastrar por las emociones. Poseen un gran autocontrol, que no significa que tapen lo que les pasa sino que saben encauzar mejor los desbordes. Al ver y vivir las cosas sin el estallido emocional pueden tomar mejores decisiones.

Hacen foco en el objetivo / propósito mayor

Es usual que tengan un alto nivel de enfoque en las tareas. Neuronalmente establecen conexiones (sinapsis) que conectan gran cantidad de información en línea con las metas que persiguen, ya sean personales o laborales. A su vez, por lo general están conectadas con un principio rector, algo superior y superador, que le da sentido a su existencia.

Perseverar en los momentos difíciles

Una persona con una fortaleza mental por encima de la media ha cultivado su capacidad de resiliencia, la cual se define como la habilidad para superar desafíos significativos. En su caso, sobrepasan rápidamente las frustraciones y decepciones, basándose en el principio de la acción: consideran esencial el actuar. Cuando detectan signos de que su ánimo puede decaer, permiten experimentar y sentir esas emociones, si bien son conscientes de cuál es su límite para mantenerse fuertes y perseverar en sus metas. Este equilibrio implica una combinación de intuición, sabiduría interior y humildad para aceptar su propia falibilidad.

Mantener la gratificación en mente, sabiendo que llegará en algún momento

La mayoría de las personas buscan la gratificación instantánea. El ser de mentalidad fuerte también lo tiene presente, aunque no lo pone como su objetivo inmediato. Puede vivir superando las barreras porque sabe que hay una recompensa, una gratificación esperándolo al final de la experiencia. Por eso puede afrontar situaciones que a cualquiera le parecerían extremas y salir airoso. Ese foco se sustenta en una gran autoconfianza que los motiva y los mantiene alertas en su posición de autoliderazgo interno, como soporte emocional.

Cuidan tu salud física y mental

Su salud física y mental están estrechamente relacionadas. Cuando cuidan su salud física, también estás cuidando su salud mental.

Tener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente. También es importante encontrar formas de reducir el estrés, como la meditación, el yoga o pasar tiempo en la naturaleza.

Empezar por hacer aquello que da miedo

Esta destreza es esencial para impulsar significativamente tu determinación y fortaleza mental. El miedo, una emoción transformable en acción positiva, puede acumularse si permites que pequeños temores se apoderen de ti. Desactivarlos es clave, y la mejor manera es a través de la acción, comenzando por enfrentar tus mayores desafíos. Al superar esas barreras autoimpuestas, desarrollarás autoestima, persistencia y la fuerza interior necesaria para afrontar cualquier situación. Inicia con pequeños temores, avanza y luego enfrenta desafíos mayores.

Recuerda que la fuerza mental es una habilidad que se puede aprender y desarrollar. Con esfuerzo y dedicación, puedes convertirte en una persona mentalmente fuerte que sea capaz de afrontar cualquier desafío que se te presente.

TIP: La regla de los 10 minutos

La fortaleza mental puede ayudarte a ser productivo cuando no tienes ganas, pero no es una varita mágica que te haga sentir motivado todo el tiempo.

Hay una regla de 10 minutos que es útil cuando estás tentado a posponer algo importante. Consiste en decirte a ti mismo que te muevas durante sólo 10 minutos, si por ejemplo querías salir a correr pero te sentaste en el sillón y ahora te da flojera. Si tu mente todavía lucha contra tu cuerpo después de 10 minutos, debes intentarlo nuevamente. 

La mayoría de las veces, cuando das ese primer paso te motivarás a intentarlo una vez más. Comenzar es casi siempre la parte más difícil, pero tus otras habilidades aprendidas pueden ayudarte a seguir adelante.

Con información de El Cronista