Crecí con las creencias de mi madre de que las vacunas son peligrosas
Ethan Lindenberger contó que creció en una casa "antivacunas" pero que decidió ir en contra de la voluntad de sus padres una vez que cumplió los 18 años
Ethan Lindenberger contó que creció en una casa “antivacunas” pero que decidió ir en contra de la voluntad de sus padres una vez que cumplió los 18 años
Este estudiante de secundaria, que se vacunó pese a la oposición de sus padres, testificó este martes ante el Congreso de Estados Unidos en una audiencia sobre el aumento de brotes de enfermedades prevenibles.
Él le mostraba a su madre estudios científicos, pero ella acudía a fuentes ilegítimas que “infundían miedo en el público”, muchas veces encontradas en Facebook.
La decisión del joven tuvo eco en la prensa internacional en un momento en que los expertos en temas de salud pública advierten sobre un aumento en los casos de sarampión, una enfermedad que tiene vacuna.
Tenemos el caso reciente en Costa Rica, donde volvieron a aparecer padecimientos de sarampión después de cinco años de no haberse registrado ningún caso de la enfermedad.
De acuerdo con medios locales, una familia fue la responsable de reintroducir el virus del sarampión al país, el niño y la madre no contaban con las vacunas y al parecer el padre no cuenta con el esquema de vacunación completo.
En diciembre, pese a la desaprobación de su madre y entendiendo que “mi escuela me consideraba una amenaza de salud”, Lindenberger comenzó a actualizar su vacunación.
Dijo a los legisladores que es importante “informarle a la gente cómo encontrar información apropiada” y recordarle lo peligrosas que son esas enfermedades.
La desinformación que se extiende en las redes sociales ha ayudado a la propagación del movimiento antivacunas en Estados Unidos, que justifican sus decisiones en temores de que la inoculación genere autismo y otros efectos negativos.
“Mi madre no creía que las vacunas fueran algo beneficioso para la salud y la seguridad de la sociedad y creía que provocan autismo, daño cerebral y otras complicaciones”, contó Lindenberger en un video subido a YouTube este fin de semana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó sobre un brote de sarampión en el mundo, con un salto de alrededor del 50% de los casos registrados el año pasado en comparación con 2017, matando a 136.000 personas.
Los brotes en Estados Unidos “están relacionados a viajeros que traen la enfermedad de otros países como Israel y Ucrania, donde hay grandes focos activos”, explicó el CDC.
Después, la enfermedad se propaga entre las personas no vacunadas, que tienden a vivir cerca las unas de las otras.
Ethan Lindenberger, dijo que “el amor, el afecto y los cuidados de su madre son evidentes” pero ella estaba inmersa en teorías de conspiración en internet que los hicieron a él y sus hermanos vulnerables a enfermedades prevenibles con vacunas.
El sarampión es uno de los virus más contagiosos, se disemina por medio de tos y estornudos durante cuatro días antes de que la persona desarrolle la erupción característica.
Es peligroso: uno de cada 20 enfermos contrae neumonía y uno de cada 1.000 sufre de inflamación del cerebro que puede causar convulsiones, sordera o discapacidades intelectuales.
Con información de infobae.com