El glaciar Thwaites podría hundirse en el siglo XXIII, elevando el nivel del mar y amenazando ciudades costeras.
El cambio climático está transformando el mundo de maneras nunca vistas, y uno de los ejemplos más alarmantes es el glaciar Thwaites. Este enorme glaciar, localizado en la Antártida Occidental, se ha convertido en un símbolo de la crisis climática actual, ya que su derretimiento acelerado podría desencadenar un aumento catastrófico del nivel del mar, con consecuencias devastadoras para las zonas costeras de todo el planeta.
Conocido también como el “Glaciar del Juicio Final”, Thwaites es uno de los glaciares más grandes del mundo, con una extensión que se asemeja al tamaño del estado de Florida o la isla de Gran Bretaña. Tiene una anchura de aproximadamente 120 kilómetros y está considerado como uno de los glaciares más vulnerables debido a su rápido deshielo.
Descubierto en 1940, el glaciar ha estado derritiéndose a un ritmo alarmante desde entonces. Sin embargo, en las últimas tres décadas, el proceso se ha acelerado más del doble, lo que ha encendido todas las alarmas en la comunidad científica. Este deshielo es responsable, junto con otros factores, del 8% del aumento anual del nivel del mar, contribuyendo con 4,6 milímetros cada año.
Uno de los factores principales detrás del rápido deshielo del glaciar Thwaites es el calentamiento de las aguas profundas del océano. Estas aguas, más cálidas que el propio hielo, erosionan la base del glaciar, provocando que grandes masas de hielo se desplacen hacia el mar. Este fenómeno es particularmente peligroso, ya que una vez que el hielo entra en contacto con el océano, el proceso de derretimiento se acelera considerablemente.
Además, en el año 2022, investigadores descubrieron que el glaciar presenta grietas en su parte más profunda, lo que permite que el agua salada penetre en su estructura, debilitándola aún más y acelerando su colapso.
El panorama es desalentador. Según una investigación reciente de la International Thwaites Glacier Collaboration (ITGC), el derretimiento del glaciar podría acelerarse significativamente en el próximo siglo. Las proyecciones indican que el deshielo podría culminar en el siglo XXIII, lo que provocaría un aumento del nivel del mar de hasta 3,3 metros.
Un aumento de esta magnitud sería catastrófico para las ciudades costeras de todo el mundo. Ciudades como Nueva York, Londres, Shanghai y Mumbai podrían enfrentarse a inundaciones masivas, desplazando a millones de personas y causando daños irreparables a las infraestructuras.
El aumento del nivel del mar ya está causando estragos en muchas partes del mundo. Las comunidades costeras están viendo cómo sus playas y tierras bajas desaparecen lentamente bajo el agua. En los trópicos, el aumento del nivel del mar también está contribuyendo a una mayor frecuencia de ciclones y huracanes, lo que agrava aún más los problemas para estas zonas vulnerables.
Además, este fenómeno está provocando un aumento en la migración climática, ya que muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a la subida del mar y la pérdida de tierras fértiles. Las regiones costeras, especialmente en países en desarrollo, son las más afectadas por esta crisis, lo que incrementa las tensiones sociales y económicas en todo el mundo.
Aunque el futuro del glaciar parece sombrío, no todo está perdido. Existen planes en marcha para intentar mitigar el impacto del calentamiento global sobre el glaciar, incluyendo la instalación de barreras submarinas que impidan que las aguas cálidas lleguen a su base. Sin embargo, estos planes son extremadamente costosos y su efectividad aún está por comprobarse.
Además, las iniciativas internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son clave para frenar el calentamiento global y, con ello, ralentizar el deshielo de glaciares como Thwaites. Si se logran implementar políticas globales más agresivas, es posible que se puedan evitar los peores escenarios.
Curiosamente, en la misma región donde se encuentra el glaciar Thwaites, los científicos han descubierto un río subterráneo que proporciona información valiosa sobre cómo era la Tierra en el pasado. Este río es una prueba de que los cambios climáticos masivos ya han ocurrido en la historia del planeta, pero también sirve como un recordatorio de los efectos devastadores que el cambio climático puede tener en el futuro.
El glaciar Thwaites es un símbolo del desafío global que representa el cambio climático. Su rápido deshielo pone en peligro no solo las zonas costeras, sino también el equilibrio climático del planeta. Si bien las proyecciones para el futuro son desalentadoras, aún hay tiempo para actuar y mitigar los peores efectos del cambio climático. La colaboración internacional y la adopción de medidas drásticas para reducir las emisiones de carbono serán cruciales para proteger nuestro planeta y evitar una catástrofe ambiental.
Con información de CNN
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