La sugestión es una fuerza poderosa que puede influir en nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. Desde el efecto placebo hasta la publicidad y la hipnosis, la sugestión está presente en diversos aspectos de la vida cotidiana.

¿Te has dado cuenta alguna vez de que después de leer un libro, ver una película, oír las noticias o comentar un suceso trágico, tendemos a sentir más miedo de que nos ocurra a nosotros? Por ejemplo, si oímos que han robado a alguien al entrar en su casa, generalmente creemos que la probabilidad de que nos ocurra a nosotros es mayor que antes.

Si vemos una película de terror donde el protagonista es seguido por un coche rojo (conducido por un asesino), ¿cómo crees que reaccionaremos al darnos cuenta de que detrás nuestro en la carretera hay un vehículo de ese mismo color? No se trata de imaginación, de ser pesimistas o de exagerar, sino de algo llamado “sugestión”. En este artículo te contaremos un poco más sobre ella.

¿Qué es la sugestión?

Más allá de una simple definición, la sugestión es un fenómeno psicológico que nos hace susceptibles a la influencia de ideas, emociones y comportamientos a través de diversos estímulos. Desde una imagen hasta una palabra, la sugestión puede moldear nuestra percepción del mundo y nuestras acciones.

El término “sugestión” se remonta al siglo XIX, cuando se definía como la acción de sugerir una idea para provocar otra. Con el tiempo, gracias a la hipnosis y otros estudios, se amplió su significado, comprendiendo que las personas pueden seguir patrones o instrucciones según lo que escuchan o ven.

El poder de la sugestión

Esta “técnica” no solo puede generar miedo o preocupación, sino también influir en nuestras acciones y decisiones. La mente, con su gran potencial, puede ser susceptible a la sugestión, limitando en ocasiones nuestro libre albedrío.

Ejemplos del poder de la sugestión

1. Aumento de la inteligencia: Un estudio demostró que las personas que recibieron un placebo como si fuera un potenciador de la inteligencia, obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas debido a la sugestión.

2. Enfermedades imaginarias: Si se expone a una persona a un humo inofensivo haciéndola creer que es un gas tóxico, puede experimentar síntomas de intoxicación, incluso sin estar realmente enferma.

3. Mayor productividad: El efecto Hawthorne revela que los trabajadores aumentan su rendimiento cuando se sienten observados, creyendo que su esfuerzo será valorado.

4. Modificación de hábitos: La sugestión puede influir en la creación de nuevos hábitos o la eliminación de aquellos que no deseamos.

5. Influencia en la memoria: La sugestión puede alterar nuestros recuerdos, haciéndonos creer cosas que no son ciertas o incluso olvidar eventos reales.

6. El poder de los amuletos: La creencia en la suerte de un objeto puede influir en nuestro desempeño y percepción de las situaciones. ¿Quién no ha pensado alguna vez que por no llevar su amuleto de la suerte algo le iba a salir mal?

7. Profecías autocumplidas: Las expectativas negativas sobre una persona o situación pueden llevarnos a actuar de manera que las confirmemos, creando una profecía autocumplida.

¿Somos esclavos de la sugestión?

No, no somos totalmente controlados por la sugestión. Tenemos la capacidad de ser críticos y racionales. Sin embargo, es importante ser conscientes del poder que tiene y aprender a manejarla de forma efectiva.

Con Información de La Mente es Maravillosa