Cierta vez, a mi hija de seis años le dejaron de tarea en la escuela dibujar un reto que creyera ser capaz de superar. La niña hizo una ilustración en la que aparecía mostrándome cómo usar el control remoto del televisor.
@maughammom
Durante unas vacaciones familiares en las Islas Vírgenes, fui a dar un paseo por la playa con mi nieto Matteo, entonces de seis años. Encontramos una especie de árbol que jamás habíamos visto, con espinas puntiagudas que cubrían su esbelto tronco; parecía el lomo de un dragón. Matteo lo señaló y dijo:
—¿Por qué se hizo así?
Consideré que era la oportunidad perfecta para explicarle la teoría de la evolución. Nos sentamos en el suelo y charlamos durante 45 minutos. Fue maravilloso.
Al día siguiente, mi nieto estaba nadando con su prima y le hizo una pregunta. La pequeña respondió:
—Eso suena como algo científico. ¿Por qué no le preguntas al abuelo?
—¡No vuelvo a cometer ese error! —exclamó Matteo.
Alan Alda, actor
Un amigo nuestro y su hijo de cuatro años estaban haciendo fila en un restaurante de comida rápida cuando vieron entrar a un hombre lleno de tatuajes en el cuerpo. El pequeño se volvió hacia su papá y le dijo: “¡Mira, parece que alguien acaba de descubrir los marcadores!”.
Kendall J. Barrowes, Estados Unidos
Trabajo como maestra en una escuela primaria. Hace tiempo, cuando estaba embarazada, oí algunos comentarios graciosos de mis alumnos. Una vez, mientras estaba de guardia en el recreo, un niño me preguntó: “Si abres la boca, ¿crees que el bebé pueda sentir el viento?”.
educationtothecore.com
En una ocasión mi hijo empezó a llorar mientras lo paseaba en su cochecito, así que me detuve para preguntarle qué sucedía. El pequeño me volteó a ver con gesto de aflicción y dijo: “Está lloviendo en mis ojos”.
Marie Suzanne Todd, Estados Unidos
Mi hijo se puso a gimotear porque dejó caer su plátano al piso y ahora quiere que este se disculpe con la fruta por haberla lastimado.
@kissmecait
Me di cuenta de que mi nieto, de cinco años, había estado viendo muchos programas de telerrealidad el día que asistimos a la boda de un familiar nuestro.
Cuando las cuatro damas de honor caminaban por el pasillo de la iglesia rumbo al altar, el pequeño se inclinó hacia mí y, verdaderamente emocionado, preguntó: “¿Esta es la parte en la que el novio decide con cuál de todas esas chicas se quiere casar?”.
gcfl.net
Por cierto…
Recibí una llamada telefónica de mi nieta y, en determinado momento, ella me comunicó a mi bisnieto. Tras unos minutos de charlar con él, le dije que lo quería mucho. El niño respondió que él también me quería mucho. Sin embargo, unos segundos después, añadió: “¿No eres tú la que se fue al cielo?”.
Patsy Frye, Estados Unidos
