El nervio vago es un conjunto de nervios que se origina en la parte superior de la médula espinal. Conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos del cuerpo, con el corazón, pulmones, estómago, intestinos, páncreas, hígado, riñones, bazo y vesícula.
Se llama así debido a que las miles de fibras nerviosas que lo forman vagan de un órgano a otro captando señales y concentrándose en el cerebro.
Estas son sus funciones principales
- Reflejo de deglución, vómito y tos
- Contracción de las cuerdas vocales para producir la voz
- Control de las contracciones del corazón
- Disminución de la frecuencia de los latidos cardiacos
- Movimientos respiratorios y constricción de los bronquios
- Coordinación de los movimientos del esófago e intestino y aumento de la secreción gástrica
- Producción de sudor
- Comparte funciones con el par 9 (glosofaríngeo) a nivel de cuello y es responsable de la sensación gustativa con el sabor agrio
Estudios recientes han revelado que podría ser el eslabón perdido para tratar la inflamación crónica y el comienzo de un nuevo campo de tratamiento para enfermedades graves e incurables.
¿Qué puede alterar el nervio vago?
Cuando el nervio vago funciona correctamente ayuda al control del estrés, la ansiedad y favorece la calma y la tranquilidad. Pero cuando su tono está bajo puede aparecer dificultad para tragar, migrañas, ronquera, desórdenes digestivos, tensión elevada, epilepsia, etc.
También pueden aparecer afecciones de tipo psicológico o psiquiátrico como la ansiedad, depresión, estrés y tendencia a adicciones.
Los beneficios de la activación de este nervio son múltiples; algunas son:
- Reduce la inflamación
- Ayuda a la regeneración de órganos y células mediante la activación de las células madre
- Aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca
- Agranda el espesor de su cerebro (que se encoge con la edad)
- Aumenta la función inmunológica
- Modula el sistema nervioso
- Reduce la depresión y el estrés
- Mejora el rendimiento
- Aumenta la calidad de vida
¿Formas simples de estimularlo?
- Ducha de agua fría
- Lavarse la cara o manos
- Cantar
- Reír
- Masajear el lóbulo de las orejas
Ponlo al cien mediante la respiración
El método es muy sencillo; se basa en la respiración abdominal o diafragmática. Cuando se realiza este tipo de respiración profundamente se lleva aire a la parte más baja de la caja torácica.
La respiración se ha de hacer de forma lenta y profunda, con lo que se efectúa un adecuado uso del diafragma.
Aquí los pasos:
- Inspira tranquilamente contando mentalmente hasta 4. Mantén el aire en los pulmones contando hasta 6 y expúlsalo contando hasta 4.
- La expulsión debe ser algo parecido a echar vaho a unas gafas para limpiarlas. Es decir, contrayendo ligeramente los labios, de forma que al exhalar se estimule el nervio vago.
Esa práctica regular, además de fomentar la respiración abdominal y estimular este nervio, potencia los beneficios de la relajación mental y del proceso de meditación que se realice posteriormente.
Un nuevo campo en la medicina
La bioelectrónica es un campo floreciente de estudios médicos y puede ser el futuro de la medicina, se consigna en la Gaceta de Madrid.
Mediante el uso de implantes que envían impulsos eléctricos a varias partes del cuerpo, incluido el nervio vago, los científicos y los médicos esperan tratar las enfermedades con menos medicamentos y menos efectos secundarios.