Investigaciones encontraron que el contenido en antioxidantes y vitaminas de la granada la convierten en opción ideal para prevenir ciertas enfermedades.
La granada es algo más que semillas cubiertas de pulpa carnosa jugosa. Recientes investigaciones encontraron que su rico contenido en antioxidantes y vitaminas la convierten en una opción ideal para prevenir ciertas enfermedades.
Además de su peculiar sabor entre dulce y ácido, contiene muchas vitaminas: A, C, E y el complejo B. También es rica en ácido fólico, una sola granada contiene la dosis diaria recomendada, y minerales como calcio, magnesio, zinc, silicio, cobre, hierro y sobre todo potasio.
Esto conjunto de nutrientes permite que sea efectiva para combatir ciertas enfermedades y lesiones.
Una forma de combatir a los radicales libres es mediante los oxidantes, sustancias que podemos encontrar en muchos alimentos. Según distintas investigaciones, la granada es una de las fuentes más ricas en estos compuestos, superando ampliamente al té verde o el vino tinto.
Según ensayos clínicos, la acumulación del colesterol, llamada arterioesclerosis, se podría prevenir bebiendo un vaso de jugo de granada diario.
Por su alto contenido en antioxidantes y polifenoles, la granada es una gran aliada de la salud cardíaca, ya que mejora el flujo de sangre al corazón y ayuda a eliminar el colesterol “malo” del cuerpo.
También se registran efectos beneficiosos en el control de la presión arterial alta, y en la prevención de ataques cardíacos.
La ingesta regular de jugo de granada podría inhibir el crecimiento y desarrollo de células cancerosas. Por ejemplo, en un caso desaceleró el crecimiento de PSA, es decir, proteínas que indican la presencia de cáncer de próstata.
En otro, bloqueó una enzima llamada aromatasa, clave en el desarrollo del cáncer de mama.
Contiene un antioxidante natural, llamado punicalagina, capaz de inhibir la inflamación en las células cerebrales que conduce a la aparición del Alzheimer, y hace que empeore progresivamente.
También ofrecería protección contra el estrés oxidativo que causa los depósitos de la proteína beta amiloide, compuestos que se relacionan con la aparición de esta enfermedad neurodegenerativa.
Beber un vaso de jugo de granada al día aumenta hasta en un 30% la cantidad de testosterona, la hormona que regula el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres.
Incluso algunos estudios afirmaron que su efecto podría compararse al que se consigue con el Viagra.
Ayuda en la regeneración celular protegiendo la capa exterior cutánea, reparándola y cicatrizando las heridas.
Según la evidencia científica, tiene un efecto reparador en casos de afecciones por el sol y su jugo ayudaría a prolongar la vida de los fibroblastos, células encargadas de la elasticidad.
Beber jugo de granada regularmente ayudaría a combatir los niveles de estrés, debido a que reduce la producción de cortisol, considerada la hormona del estrés pues el organismo la fábrica ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentarnos a los problemas.
Reducir el cortisol se considera un paso fundamental para lograr una buena salud mental.
El jugo y las semillas de la granada son excelentes herramientas para perder peso. Esto es posible gracias a su alto nivel de polifenoles y antioxidantes, que ayudan a acelerar el metabolismo y redistribuir la grasa alrededor del cuerpo, eliminando su acumulación, especialmente en el abdomen.
Está compuesta por agua en un 80%, contiene un 15% de azucares, un 3% de fibra y aproximadamente 65 calorías por cada 100 gramos. Además, tiene poder diurético y un rico aporte de fibra.
Fuente: MSN
