Ante la emergencia en salud que se vive en México por la alta incidencia de diabetes entre la población —casi 14 millones de mexicanos la padecen— a partir de marzo estará disponible a nivel nacional una molécula recién aprobada por Cofepris.
Aunque en México ya existen fármacos similares —considerados parte de las terapias más vanguardistas— esta nueva molécula interviene en todos los órganos relacionados con la elevación de la glucosa en el cuerpo, pues la diabetes no solo está relacionada con el páncreas y la insulina.
Ahora se sabe que diversos órganos intervienen en la elevación de la glucosa. El director médico y de investigación en Novo Nordisk, Rafael Bravo, explica que además de la disminución de la insulina a nivel pancreático, el hígado incrementa la producción de azúcar, lo que perpetua la hiperglucemia.
Además, el sistema nervioso central falla en la regulación del apetito y a nivel pancreático se produce el incremento de una hormona que manda información al hígado para que aumente la producción de glucosa. La participación del riñón en cuanto a la reabsorción de la glucosa crea un círculo vicioso. “Son diferentes órganos los que participan para que una persona padezca diabetes” precisa.
En México la diabetes está pasando de ser una emergencia sanitaria a una emergencia financiera, lo que está llevando a tomar importantes decisiones entre invertir en la salud o pagar por la enfermedad.
El costo para la sociedad es causado principalmente por el bajo control de esta enfermedad. Solo el 22 por ciento de las personas que saben que padecen diabetes tipo II tiene sus niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1C) por debajo de la media recomendada (7 por ciento) y el 78 por ciento restante puede desarrollar complicaciones como retinopatía, nefropatía, amputaciones y complicaciones cardiovasculares, debido al manejo no adecuado del padecimiento.
“Las complicaciones de la diabetes impactan significativamente el presupuesto del sistema nacional de salud” explica Yiannis Mallis, director general de Novo Nordisk México.
Se estima que por cada $100 pesos gastados en la atención a la diabetes, $93 pesos se destinan a la atención de las complicaciones y sólo $7 pesos se invierten en tratamiento y consultas.
En el tratamiento de la retinopatía diabética se gastan $39,000 pesos anuales por paciente, lo que equivale a seis años de tratamiento con insulina basal moderna.
Con el manejo actual de la diabetes en el 2030 se necesitará el triple del presupuesto para atender la enfermedad y sus complicaciones.
“Debemos invertir en prevención, pero aunque invirtamos en ella, las cifras no cambiarán ni en el corto ni en el mediano plazo. Ahora invertimos en el medicamento de millones de personas con diabetes tipo II y es un modelo exponencial, es una cuenta que nos espera a la vuelta de la esquina si no cambiamos este panorama del nivel de control de daños” precisó Yiannis Mallis.
Desde 2008 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) exige que los nuevos fármacos tengan un alto nivel de seguridad cardiovascular. La semaglutida no solo alcanza este estándar, también ha demostrado ser eficaz en la reducción de tres indicadores vitales en el control integral de la diabetes tipo 2:
Con este fármaco se pierden kilos porque también actúa a nivel del sistema nervioso central regulando el apetito. Un peso saludable es vital para quienes viven con diabetes, y ahora se sabe que bajar solo dos kilos ayuda al control de la glucosa en sangre así como en la disminución de la presión arterial sistólica, pues la pérdida de peso tiene un efecto benéfico sobre los vasos sanguíneos.
Además, es una molécula inteligente, pues normaliza el nivel de glucosa sin pasarse, lo que no sucede con algunos fármacos.
Semaglutida se aplica de manera subcutánea, una vez por semana, lo que favorece la adherencia al tratamiento, dice Rafael Bravo, médico endocrinólogo y especialista en diabetes y metabolismo.
En México por cada adulto con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 existe otro no diagnosticado, por lo cual solamente 7 millones conocen que la tienen. De ellos, solo 2 de cada 10 personas están en control y se estima que en 2045 en nuestro país vivirán 22 millones de personas con esta enfermedad.
México debe apoyarse en la prevención y en el manejo integral de esta enfermedad. “No solo se trata del diabetólogo, se necesita un equipo multidisciplinario que apoye al paciente y lo informe, pues un paciente empoderado es un paciente con mejor adherencia y mejores resultados de salud” precisa Yiannis Mallis, director general de Novo Nordisk México.
En promedio, un individuo de 50 años con diabetes y sin antecedentes de enfermedad cardiovascular morirá seis años antes en comparación con alguien sin diabetes. Esta realidad puede cambiar con trabajo conjunto y colaborativo y apoyo farmacológico.
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