¿En qué etapa te encuentras?
La verdad es que la mayoría de las etapas se encuentran bien diferenciadas; lo que cada una de ellas dejó atrás y lo que el futuro les depara es claramente distinto.
¿Tienes hijos que asisten a la escuela? Estás en la Etapa de la Cooperación, entregado a satisfacer las necesidades de la familia, el trabajo, el hogar y la comunidad.
¿Acabas de darle el beso de despedida a tu hijo más joven justo antes de que partiera a una residencia universitaria o a su propio departamento?
Entonces te hallarás en la Etapa del Reencuentro, en medio del nido vacío y listo para reanudar la relación amorosa con tu pareja, o bien, para poner sobre la mesa conflictos pendientes que habían estado guardados durante dos décadas enteras.
¿Tienes que lidiar con un imprevisto como una enfermedad grave, un despido o un cambio de casa? De ser así, los retos de la Etapa de la Explosión están sacudiendo tu matrimonio.
Hasta aquí todo parece claro, pero el amor y el matrimonio nunca son simples, y algunas veces identificar la etapa en la que te encuentras no resulta tan sencillo.
Matrimonio por etapas
El motivo de esto es que todos los matrimonios son como una novela bien escrita: una travesía que inevitablemente toma giros inesperados e impredecibles.
No se trata de un argumento en línea recta en el que todo fluye coherente y previsiblemente, sino más bien de una historia que avanza un par de pasos, retrocede tres y de pronto se sale del camino trazado.
Ésta es la razón por la que no asignaremos una etapa, no lanzaremos un diagnóstico de tu caso particular ni te forzaremos a que encajes en un molde. Determinar la etapa actual de tu matrimonio es eso, tu labor.
¿Estamos en la Etapa de la Pasión?
¿Todavía te encuentras en la gloriosa fase de la luna de miel y estás disfrutando al máximo cada uno de los momentos de pasión, romance y espontaneidad que vive? Para averiguarlo, responde estas preguntas.
- Si nuestra relación fuera un objeto sería:
a. un chile: picante, pasional, intenso, espontáneo
b. un edredón: caliente, cómodo, acogedor
c. un ferrocarril: vagones vertiginosos durante el día; vagones que duermen profundamente, uno al lado del otro, por la noche
d. un juego de video: oprime el botón y se desata una nueva batalla
- Cuando pienso en mi pareja siento:
a. mariposas en el estómago y que mi cuerpo se estremece
b. amor y seguridad
c. estabilidad; quizá un poco de aburrimiento
d. rabia y desconfianza
- No nos hacemos cargo de las tareas domésticas equitativamente, pero:
a. no me importa, el simple hecho de estar juntos es una dicha
b. estamos haciendo grandes avances
c. ya me resigné
d. ya no aguanto más
- Nuestro amor es:
a. arrollador, como una ola inmensa
b. estupendo, como un baño tranquilo y caliente
c. cómodo, como un par de viejas pantuflas
d. parpadeante, como las brasas de una gran fogata
- Cuando estamos separados durante el día yo:
a. ruego porque mi pareja venga y me abrace
b. pienso ocasionalmente, con amor, en él o en ella
c. no pienso mucho en él o en ella, pues sé que todo marcha bien
d. me siento bien y seguro al estar en soledad
- Mi cónyuge y yo podríamos vivir felizmente en una isla desierta durante:
a. años: sólo nos necesitamos el uno al otro
b. semanas: disfrutamos de la compañía del otro, pero en poco tiempo echaríamos de menos la otra parte de nuestras vidas
c. días: justo lo suficiente para reír un poco y recuperar el sueño perdido
d. horas: de lo contrario no tardaríamos en estar ahorcándonos
- Tenemos detalles románticos:
a. a diario, de todas las formas imaginables
b. una vez a la semana, siempre y cuando nuestras ocupaciones nos lo permitan
c. unas cuantas veces al año; por ejemplo, en nuestros respectivos cumpleaños o en el día del amor y la amistad
d. prácticamente nunca
- Contamos con un repertorio de caricias, besos y frases y llevamos a la práctica nuestro lenguaje de amor privado:
a. a diario, a veces incluso en público
b. ocasionalmente, y siempre en privado
c. rara vez; éramos unos jóvenes tiernos e inocentes cuando hacíamos esas cosas
d. jamás, y jamás lo haremos
- Si nos obsequiaran boletos de avión para salir a París mañana mismo, o a cualquier otro destino que consideráramos romántico y especial:
a. aceptaríamos de inmediato
b. pediríamos algunas horas para dejar todo en orden
c. los rechazaríamos; primero están los niños, el trabajo y las labores del hogar
d. discutiríamos: uno aceptaría y el otro apelaría a la “responsabilidad”
- Cuando ambos regresamos del trabajo a casa:
a. nos besamos apasionadamente y a veces nos dirigimos directo a la alcoba
b. nos damos un beso y un abrazo y nos sentamos a hablar de lo que hicimos
c. nos damos un besito en la mejilla y nos ponemos a cumplir con las labores domésticas y a cocinar
d. nos dirigimos directamente a la televisión o al refrigerador, casi sin darnos por enterados de que el otro está ahí
Resultados
- Si tu respuesta a la pregunta número 1 fue a y tu respuesta a cualquier otra de las preguntas también fue a, entonces ¡felicidades! Todo parece indicar que te encuentras en la Etapa de la Pasión.
- Entre más letras a hayas respondido significa que te hallas más profundamente ubicado en la etapa gloriosa, pasional y lunamielera de tu relación. La diversión y las travesuras no significan frivolidad, y la pasión y la espontaneidad son la clave de tu relación.
- Si tus respuestas suman algunas letras a pero más letras b es probable que tu matrimonio esté cambiando de la Etapa de la Pasión a la de la Comprensión, en la que el mundo verdadero, y con él sus necesidades, deseos y expectativas reales, se entremeten en tu nido de amor.
- Si en tus respuestas prevalecían las letras c y d, tu matrimonio se ha alejado aún más y ahora se localiza en las luchas de poder de la Etapa de la Rebelión o en los ajetreados años de la Etapa de la Cooperación, en la que criar a los hijos, asegurar el futuro y hacerse cargo del hogar ocupa el lugar de la pasión física o emocional.
Algunas parejas afortunadas —o empeñosas— mantienen el sentimiento de luna de miel tiempo después de que la pasión ha llegado a su fin.
Si las letras a abundan dentro de tus respuestas, pero has estado casado por más de dos años, tienes hijos o te ves obligado a manejar un gran número de responsabilidades junto con tu cónyuge, entonces te encuentras del lado de los afortunados.
Te encuentras en la Etapa de la Pasión si:
- Visualizas tu unión como la de una pareja recién casada.
- Te sientes locamente enamorado.
- Extrañas a tu pareja cuando no están juntos y si, cuando lo están, viven en su íntimo mundo romántico.
- Tu relación se resume en pasión, emoción, sexo e intimidad.
- Te cuesta trabajo concentrarte en algo aparte de tu relación.
- Has estado casado por dos años o menos (aunque algunas parejas confiesan que la fase lunamielera les ha durado cinco años o más).
En este primer cuestionario para definir la etapa en tu relación, servirá para ir confirmando o descartando el nivel en el que tu relación conyugal está.
Extraído del libro “Las 7 etapas del Matrimonio”, Reader’s Digest
