Es responsabilidad de los padres no sólo mantener a sus hijos, sino también enseñarles las habilidades prácticas y psicológicas que necesitarán para ser adultos responsables. La disciplina es necesaria para lograr este objetivo.
Içami Tiba, psiquiatra, columnista y autor de más de 40 libros sobre educación, entre ellos “Padres y educadores de alto rendimiento”, explica cómo los padres que no ponen límites y normas a sus hijos acaban criando adultos que serán apoyados por el resto de sus vidas.
Los padres establecen expectativas e intentan modelar un comportamiento adecuado para sus hijos, a menudo recompensando la obediencia y el respeto, y utilizando la disciplina para corregir las acciones inadecuadas o inseguras.
Alcanzar esos objetivos requiere establecer una relación segura e introducir una disciplina apropiada para la edad.
Generalmente, cuando las personas piensan en la disciplina en las familias, sus pensamientos se vuelven hacia el castigo: tiempos fuera, castigo, negación de ciertos privilegios, etcétera. Pero la disciplina, según muestran consistentemente las investigaciones, es a menudo más efectiva cuando es positiva y se enfoca en enseñar y obtener recompensas evitando el castigo.
Los elogios y las recompensas excesivos pueden dar a los niños la impresión de que el amor de sus padres depende de sus logros. Esto puede provocarles ansiedad y miedo al fracaso, y puede hacer que eviten desafíos. Como resultado, los niños pueden perder oportunidades de aprender y crecer.
Los elogios y las recompensas son más útiles cuando se utilizan con moderación y se centran en el esfuerzo y el progreso, en lugar de los resultados. Los padres también pueden utilizar el estímulo positivo y la disciplina para ayudar a sus hijos a desarrollar una mentalidad de crecimiento y una mayor confianza en sí mismos.
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La disciplina puede ser un reto para los adultos, pero los niños pueden sobresalir cuando les prestamos atención y reforzamos sus comportamientos positivos.
Içam ha creado un conjunto de comportamientos para ayudar a identificar el nivel de libertad de un niño, permitiendo a los padres cuestionarse si están educando a sus hijos sin límites.
Como padres, debemos apoyar a nuestros hijos, pero también debemos enseñarles a respetar a los demás. No debemos justificar, tolerar ni exculpar ningún comportamiento que dañe a otras personas.
¿Estás poniendo límites adecuadamente?
Con información de Bioguía