Actualmente los envases hechos con PET constituyen uno de los elementos más reciclables en todo el mundo, ya que cada vez son más productos envasados con este material por sus cualidades: irrompible, impenetrable, económico y liviano.
Sin embargo, hay un gran problema alrededor de este plástico (sin contar los 700 años de degradación) por su demanda y producción. El interés de las empresas productoras de alimentos, cosméticos y bebidas hace que incremente el impacto de este material a nivel mundial.
Otro factor muy negativo de los PET y que es imperceptible a la vista son las pequeñas partículas de material que se pueden desprender y quedar en los alimentos o bebidas.
Según estudios de U.S. Food and Drug Administration, la ingestión constante de estos alimentos va desde infecciones respiratorias hasta problemas en mujeres embarazadas.
Ante esta situación, existe una alternativa: los métodos de purificación de agua, los cuales además de contribuir directamente a la reducción de residuos plásticos, están diseñados para la eliminación del 99.9 por ciento de virus y bacterias que pueden afectar la salud.
¿Qué podemos hacer?
Se debe empezar por incentivar y dar a conocer la manera de reciclar por parte de las empresas involucradas, desde las productoras hasta las que empacan alimentos y bebidas con este material.
La educación ambiental suele jugar un papel importante, ya que con ella podemos combatir la contaminación de plástico.
Fuente: WaterStation, empresa dedicada al desarrollo y oferta de servicios de purificación.
