¿Por qué las lámparas fluorescentes duran más que las bombillas comunes?
Una bombilla o foco común emite luz por incandescencia. Cada vez que usted enciende la luz, la corriente eléctrica fluye a través del filamento de tungsteno, calentándolo a casi 2,600°C. A esta temperatura, el filamento genera luz y sus átomos de tungsteno vibran con tal rapidez que algunos se desprenden del alambre, condensándose en el interior de vidrio, oscureciéndolo ligeramente poco a poco. El tungsteno se evapora del filamento con lentitud pero en forma desigual: en algunos lugares el filamento es más delgado y ofrece más resistencia al flujo de electrones. Los puntos delgados se calientan más y los átomos de tungsteno se evaporan con mayor rapidez. Con el tiempo, generalmente después de 1,000 horas de uso, se escucha el característico sonido del filamento al romperse.
También las lámparas fluorescentes dependen de un filamento, pero por otras razones. El interior de una lámpara fluorescente está recubierto con fósforo, sustancia química que absorbe la luz ultravioleta invisible y emite luz visible. Éste es un proceso relativamente frío porque los dos filamentos de la lámpara, o electrodos, necesitan alcanzar cierta temperatura para emitir electrones, no luz. Los electrones conducen la corriente eléctrica entre los extremos de la lámpara, llena con un gas que contiene mercurio. A su paso, los electrones chocan con los átomos de mercurio, provocando que salten de sus órbitas habituales. Cuando regresan a su estado normal, emiten luz ultravioleta, la cual activa el fósforo para que produzca luz visible.
Los filamentos de las lámparas fluorescentes se calientan a temperaturas inferiores a las bombillas incandescentes, de manera que su duración es ocho veces mayor. Con el uso, los filamentos de una lámpara fluorescente no se rompen, pero gradualmente dejan de emitir electrones que forman un arco voltaico en el gas que llena la lámpara, lo que causa que las lámparas viejas parpadeen. Incluso los filamentos nuevos necesitan calentarse un momento, razón por la cual las lámparas fluorescentes no alumbran de inmediato. Existen lámparas de luz rápida, que son más caras, y de luz instantánea. Asimismo, se han desarrollado lámparas compactas y más eficientes, que no necesitan ser reemplazadas con frecuencia y consumen menos electricidad que las bombillas incandescentes para producir la misma cantidad de luz.
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