¿Puedes contagiarte de coronavirus por recibir un paquete?
Contagiarte de coronavirus por recibir un paquete de China es uno de los temores más comunes que se han propagado por redes sociales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos indica que todavía hay mucho que se desconoce acerca del coronavirus debido a que es un elemento que acaba de surgir y poco se sabe sobre cómo se propaga.
“Por lo general, debido a la poca capacidad de supervivencia de estos coronavirus en superficies, es probable que haya un riesgo muy bajo de propagación a través de los productos o envases que son transportados por periodos que duran varios días o semanas a temperatura ambiente”, cita el gobierno.
“No hay evidencia que respalde la transmisión del COVID-19 asociada a productos importados, y en los Estados Unidos no ha habido ningún caso asociado a productos importados”, indica, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
Puede sobrevivir en el aire durante varias horas y en algunas superficies por hasta dos o tres días, de acuerdo con pruebas realizadas por científicos del Gobierno de Estados Unidos (EU) y otros expertos publicadas este miércoles.
Para este estudio, los científicos emplearon un aerosol para arrojar muestras del coronavirus al aire, imitando lo que pudiera suceder si una persona infectada tose o lanza el padecimiento al aire de otra manera; puede sobrevivir:
Resultados similares fueron obtenidos en pruebas realizadas con el virus que causó el brote de SARS en el 2003, así que las diferencias en durabilidad de los virus no explican la mucho más amplia diseminación del COVID-19.
Las pruebas fueron realizadas por científicos de los Institutos Nacionales de Salud, la Universidad de Princeton y la Universidad de California con fondos de la Fundación Nacional para la Ciencia.
“Es un trabajo sólido que responde a preguntas que ha estado haciendo la gente”, y muestra el valor y la importancia de los consejos de higiene que han estado resaltando las autoridades de salud, dijo Julie Fischer, profesora de microbiología en la Universidad de Georgetown.
Es muy difícil contrarrestar el bombardeo sobre lo que se dice del coronavirus en los medios de comunicación, pero es necesario parar esa otra pandemia, la del miedo colectivo.
Actualmente se están suspendido diferentes actividades en el mundo, la mayoría (si no es que todas) son espectáculos que concentran a un gran número de personas, como los deportes o los conciertos. Esto se hace como prevención, pero no quiere decir que tú tengas que suspender alguna cena, reunión o fiesta.
El término pandemia no hace referencia a la letalidad sino a la capacidad de transmisibilidad y extensión geográfica del virus.
Por primera vez en la historia estamos viviendo una epidemia a tiempo real: todos los medios de comunicación, varias veces al día, todos los días, en todo el planeta, hablan del coronavirus.
Los únicos datos que a veces se muestran en los medios de comunicación son el aumento del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, pero la mayoría de la gente infectada se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.
Los primeros casos de sida se describieron en junio de 1981 y se tardó más de dos años en identificar al virus causante de la enfermedad.
Los primeros casos de neumonía severa se notificaron en China el 31 de diciembre de 2019 y para el día 7 de enero ya se había identificado el virus.
Se sabe que se trata de un nuevo coronavirus del grupo 2B, de la misma familia que el SARS, por lo que le hemos denominado SARSCoV2. La enfermedad se llama COVID19.
Desde el 13 de enero está disponible para todo el mundo un ensayo de RT-PCR para detectar el virus. En los últimos meses se han perfeccionado este tipo de pruebas y evaluado su sensibilidad y especificidad.
Las fuertes medidas de control y aislamiento impuestas por China están dando sus frutos. Desde hace ya varias semanas, el número de casos diagnosticados disminuye cada día.
En otros países se está haciendo un seguimiento epidemiológico muy detallado. Los focos son muy concretos, lo que puede permitir controlarlos con mayor facilidad.
La enfermedad no causa síntomas o son leves en un 81 por ciento de los casos. En el 14 por ciento restante puede causar neumonía grave y en un cinco por ciento puede llegar a ser crítica o incluso mortal.
Sólo el tres por ciento de los casos ocurre en menores de 20 años, y la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0.2 por ciento.
En menores los síntomas son tan leves que puede pasar desapercibido.
Puede ser inactivado de las superficies de forma eficaz con una solución de etanol (alcohol al 62-71 por ciento), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0.5 por ciento) o hipoclorito sódico (lejía al 0.1 por ciento), en solo un minuto.
El lavado de manos frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.
En poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints).
Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos. En 2003, cuando ocurrió lo del SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos.
Además, la mayoría de las revistas científicas han dejado en abierto sus fondos sobre los coronavirus.
Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Hay grupos que trabajan en proyectos de vacunas contra otros virus similares y ahora tratan de cambiar de virus.
Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección.
Por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.
Fuente: Sin Embargo