¿Qué pasa cuando el hombre gana menos que la mujer dentro del matrimonio?
La economía y el éxito determinan el liderazgo en el hogar. Generalmente cuando el hombre no acepta su condición la relación puede terminar en separación.
La economía y el éxito determinan el liderazgo en el hogar. Generalmente, el hombre sumiso no acepta su condición. Este tipo de relación puede terminar en el divorcio o separación, no obstante, ambos buscarán en un futuro a una pareja con características similares a la actual.
Aunque no son tantos en México, estos papás se dedican a las labores estrictamente hogareñas como cuidar a los hijos, el quehacer de la casa, ir al mercado e incluso cocinan.
También existe otro segmento, más amplio, que genera menos ingresos que su pareja mujer, por lo que la batuta de la relación es llevada por ellas en casi todos los casos porque finalmente, en la sociedad actual, el jefe (a) de familia es asumido por quien detenta el poder adquisitivo o el éxito.
“Ese es precisamente el origen del problema. Los moldes sociales no se quitan tan fácilmente, porque son costumbres que han regido la vida de las parejas durante cientos de años. Un padre que aporta poco o nada en cuestión económica al hogar es calificado como ‘débil’ por otros hombres; sin embargo, las propias mujeres pueden devaluar a un varón así desde la misma relación de pareja o familia (suegros, padres, hermanos, cuñados e incluso los propios hijos)” explica Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
“Este tipo de relación se presenta con mujeres altamente dominantes y hombres con un pasado de sumisión sobre todo ante el género femenino. En su infancia tuvieron una madre altamente protectora o autoritaria y la figura del padre estuvo ausente o fue débil. De forma inconsciente ambos se buscan, se seleccionan y se relacionan para concebir así una pareja con roles invertidos” explicó el especialista.
Sotelo Arias comentó que si la pareja asumiera sus respectivos roles de forma honesta y basado en un convencimiento mutuo no existiría gran conflicto. No obstante, en el terreno real esto difícilmente se presenta.
Las especialistas de CEEPI han detectado que los hombres que viven este tipo de relación lo pueden asumir con enojo, se sienten impotentes y devaluados. “Lo peculiar es que cuando un hombre que vive el rol ‘invertido’ encuentra un empleo, la mujer hará todo lo posible por ‘boicotearlo’, porque en sus adentros a ella le conviene desde el punto de vista emocional este tipo de relación, aunque suene contradictorio”.
Por lo tanto ¿una pareja con estas características puede ser exitosa? A decir del Sotelo Arias es muy factible, sin embargo, es fundamental que ambos acudan a una terapia psicológica, sobre todo si los conflictos son permanentes. “En el trabajo psicoterapéutico comprenden su historia como personas, comienzan a conocerse y a perdonarse sus fallas. La mayoría de los casos las parejas mejoran sus relaciones, y sobre todo, cuando hay amor, es entonces que roles se asumen como tal, sin generar conflictos” concluyó.