El lenguaje corporal es la única forma en que un perro se puede comunicar con nosotros. Al estudiarlo aprenderás mucho sobre sus emociones.
Tu perro no azotará puertas ni te gritará, pero sí puede molestarse… y demostrarlo de estas formas.
Cuando las orejas de un perro cuelgan hacia atrás, junto con la cabeza baja, la boca cerrada y los labios apretados, puede significar que está enojado contigo, dice April Olshavsky, entrenadora y consultora del American Kennel Club.
“El lenguaje corporal es la única forma en que los perros se pueden comunicar con nosotros“, explica. “Al estudiar el lenguaje corporal de tu perro, puedes aprender mucho sobre sus emociones”.
¿El remedio? Frótale la panza y ráscale las orejas. “Lo más probable es que tu perro olvide lo que sea que hiciste con solo algunos minutos de amor“, dice.
Contrario a lo que pudieras pensar, los bostezos no significan que tu perro esté aburrido: en realidad es una señal de que se siente estresado, molesto y agitado, dice Sara Taylor, especialista en comportamiento y entrenamiento animal.
Es importante prestar atención a esta señal e inmediatamente retirar a tu perro de la situación con la que no está lidiando bien.
Los perros pueden mostrar que están enojados o angustiados lamiéndose repetidamente la nariz y los labios, dice Taylor. Esto es especialmente cierto si no hay comida cerca para que su saliva fluya por el hambre.
Una situación en la que esto sucede con frecuencia es cuando los perros son abrazados por niños o desconocidos. La solución es simple: “hay que detener cualquier restricción o abrazo”, dice ella.
Si una persona se negara a verte a los ojos y te diera la espalda, entenderías que está enojada. Es lo mismo con los perros, dice Erin Askeland, experta en entrenamiento y comportamiento canino.
“Un perro que está feliz y cómodo quizá esté dispuesto a hacer contacto visual con su dueño y buscar su atención, mientras que un perro enojado o molesto puede evitar este tipo de interacción y se alejará de su dueño, saldrá de la habitación o incluso dormirá en un área diferente”, dice.
¿Cómo arreglarlo? Ofrece un momento de calma y tranquilidad para que tu perro y tú se relajen, por ejemplo, leyendo un libro o escuchando música suave.
¿Crees que tu perro sabe lo que quieres y se niega a responder porque está molesto? Tal vez tengas razón. Cuando los perros conocen las señales, responden a ellas: si tu perro deja de responder a una orden normal, podría indicar que está molesto por algo en su entorno o por algo que hiciste, dice Askeland.
Antes de que te enojes también, tómate un momento y mírate. ¿Te sientes estresado, enojado, frenético, molesto o triste? Tus sentimientos pueden influir en los de tu perro, afirma.
“Toma medidas para calmarte y esto ayudará a tu perro a sentirte más cómodo y a volver a la relación amorosa entre ustedes”, dice ella.
“Cuando un perro está muy, muy enojado, a menudo se pone rígido, su cuerpo rígido, duro e inmóvil”, dice Melissa McGrath-McCue, especialista en conducta animal. “Es casi como si dijera ‘¡te reto a que des un paso más!“.
Si se combina con orejas aplastadas y ojos grandes y alarmados, aléjate: tu perro está muy estresado, enojado e incluso amenaza, dice.
Dale su espacio o puede sentir que tiene que defenderse, lo que en algunos casos puede provocar que muerda. Toma en cuenta que los perros más pequeños son más susceptibles que los más grandes a sentirse atrapados.
Si tu cachorro está en una posición de cuclillas con la cola metida entre sus piernas, podría estar tomando tus críticas más personalmente de lo que creías. Esta postura muestra que está cauteloso, a la defensiva.
“Los perros, como los humanos, son criaturas emocionales”, dice Olshavsky. “Si lo regañaste o hablaste con severidad, puede hacer pucheros como un adolescente“. Si lo ves en esta posición, baja la voz y háblale suavemente y con dulzura. “Esto restablecerá tu vínculo y reforzará la confianza que tiene en ti”, dice ella.
Seamos honestos, nunca es una gran señal ver el blanco de los ojos de cualquier animal. Ya sea que muestre miedo, confusión, disgusto, enfermedad o enojo, la ampliación de los ojos indica un alto estado de alerta y será mejor que prestes atención.
El misterio es por qué está molesto. “Podría ser algo tan simple como que no ha comido”, dice Olshavsky. Para solucionarlo, intenta darle un bocadillo: los perros también pueden enojarse cuando tienen hambre.
La mayoría de las personas asocian esconderse con miedo y, aunque eso puede ser cierto, en los perros el miedo también está muy relacionado con la ira, dice Taylor.
“Acobardarse indica un alto nivel de estrés”, explica. “Si tu perro está tratando de esconderse y escapar, significa que está abrumado“. Tu trabajo como propietario responsable de una mascota es alejarlo de la situación antes de que reaccione ante lo que lo abruma.
“Gruñir es un signo obvio, pero a menudo incomprendido“, dice Taylor, y agrega que muestra que el perro está muy incómodo y molesto. “A menudo se usa como una advertencia para detener algo. Por ejemplo, puede gruñir si tratas de sacarlo de su cómoda cama para salir a altas horas de la noche, o cuando un extraño se le acerca e intenta acariciarlo”, agrega.
Resiste el impulso de gritarle o castigarlo por gruñir, ya que eso daña la confianza, no le enseña a tu perro la conducta apropiada y, a menudo, puede empeorar el comportamiento agresivo, agrega.
Al igual que tu compañero de cuarto reclama su porción de pastel, los perros ponen un gran énfasis en la equidad. “Los perros se enojan si han sido tratados injustamente, y pueden reaccionar con explosiones de ira“, dice Olshavsky.
Cómo luce puede ser diferente para cada perro, pero lo sabrás cuando lo veas. La solución es simple: más ejercicio. “Los perros necesitan sacar esa energía de alguna manera y una caminata diaria es la manera perfecta de hacerlo”, dice.
¿Piensas que los perros no tienen voz? Nunca has visto un perrito encerrado. Quizá no puedan usar palabras, pero sí vocalizar su disgusto. Gimotear es la versión canina del lloriqueo, dice Olshavsky, y es tan irritante como ocurre con los bebés.
Para reducir el lloriqueo, reserva unos minutos diarios para jugar, dice. Dale tu atención cuando no esté lloriqueando y así aprenderá que los chillidos no funcionan.
Sí, algunos perros realmente gimen de frustración cuando no se salen con la suya, dice Olshavsky. “Algunos perros reaccionan así, mientras que otros lo reservan para cuando están muy molestos“, explica.
¿Una causa importante de gemido? Quedarse encerrados en su jaula, en el jardín, o en otro lugar muy lejos de sus amados humanos. Está bien desterrar a tu perro en ciertos momentos o a ciertas áreas, pero asegúrate de darle tiempo suficiente todos los días.
“Los perros pueden ser muy rencorosos cuando están enojados”, dice Olshavsky. “El perro quiere que sepas que lo has ofendido, así que hará algo que sabe que provocará una reacción“.
Esto significa encontrar lo que amas (tus zapatos nuevos, los cojines del sofá, tus dulces) y destruirlos, dejando la evidencia como prueba de su enojo. En lugar de reaccionar con enojo, asegúrate de que tu cachorro tenga muchos juguetes estimulantes que pueda masticar cada vez que sienta ese impulso destructivo, agrega.
No esperes que te diga “¡vete, mal humano!”, pero los perros tienen muchas formas de pedirte que te mantengas a distancia porque no están contentos contigo. Esto puede significar que corre para alejarse de ti, o también puede ser, entre otras señales, una mirada dura, orejas aplastadas, levantamiento de patas, ladridos agudos, o una cola levantada, dice Askeland.
“Los perros suelen ser buenos para indicar cuando están descontentos y quieren que te vayas, por lo que es importante prestar atención a estos signos“, dice. En lugar de perseguirlo, deja que se calme y se te acerque cuando esté listo. “No obligues ninguna interacción con tu perro si está enojado contigo”, concluye.
Tomado de rd.com 15 Signs Your Dog Is Secretly Mad at You
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