¿Dolores de cabeza, espalda o cuello? El problema podría ser tu postura
Seguro has leído que la mala postura puede afectarte, pero ¿cuál es la postura correcta? La prueba de la pared puede ayudarte a descubrirlo.
El alineamiento adecuado del cuerpo no solo ayuda a prevenir dolores y lesiones sino que también estimula la confianza y el humor. Mejorar la postura probablemente lleve algún tiempo y requiera un esfuerzo consciente, pero los beneficios de sentirse bien valen la pena.
En los años de la adolescencia, probablemente haya parecido un requisito para convertirse en adulto aquello de “ponerse derecho”, pero esas personas tan insistentes estaban en lo cierto. La buena postura ayuda a gozar de buena salud y la alineación correcta del cuerpo ayuda a evitar presionar en exceso las articulaciones, los músculos y la columna vertebral, lo que alivia el dolor y disminuye la probabilidad de sufrir una lesión.
Como ventaja adicional, una buena postura puede mejorar la productividad y el estado de ánimo, además de permitirnos utilizar los músculos de forma más eficaz. Es probable que mejorar la postura demande tiempo y un esfuerzo consciente, pero los beneficios de sentirse bien hacen que valga la pena.
Entonces, ¿cuál es la postura correcta? La prueba de la pared puede ayudar a descubrirlo:
También, con los siguientes consejos puedes mejorar la postura al estar de pie, sentado o recostado en la cama y concéntrate en la movilidad de la columna vertebral y la respiración.
Desgraciadamente, la postura ideal suele ser la excepción, en vez de la regla. La mala postura puede afectar desde la cabeza hasta los pies y, por lo tanto, conllevar una serie de problemas como los siguientes:
La mala postura puede tensionar los músculos de la parte posterior de la cabeza, del cuello, de la parte superior de la espalda y de la mandíbula. Eso puede presionar los nervios cercanos y provocar lo que se conoce como dolor de cabeza tensional o dolor de cabeza por espasmo muscular.
El dolor y la tensión o la rigidez en la espalda y en el cuello pueden deberse a lesiones u otras afecciones tales como artritis, hernia de disco y osteoporosis, pero la mala postura también suele contribuir. Aunque casi nunca sea mortal, el dolor de espalda y de cuello pueden volverse crónicos y disminuir la calidad de vida.
La debilidad muscular, la rigidez, la falta de equilibrio, la falta de flexibilidad y la mala alineación de las caderas, las rodillas y los pies pueden impedir a la rótula deslizarse suavemente sobre el fémur. La fricción resultante puede provocar irritación y dolor en la parte delantera de la rodilla, afección conocida como dolor femororrotuliano.
La mala alineación del pie y del tobillo también puede desencadenar una fascitis plantar, afección en la que se inflama la banda gruesa de tejido que conecta el talón con la región metatarsiana (fascia plantar) y provoca dolor en el talón.
El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que conecta la parte superior del brazo con el hombro. La tensión, la debilidad o el desequilibrio muscular que derivan de la mala postura pueden irritar los tendones del manguito rotador y producir dolor y debilidad.
Una postura encorvada e inclinada hacia adelante también puede provocar el pinzamiento de estos tendones. En última instancia, esto puede dar lugar a un desgarro en el tejido del manguito rotador, lesión que es más grave y puede causar tanto dolor como debilidad importantes y limitar la capacidad para realizar las actividades diarias.
Una postura con la cabeza inclinada hacia adelante puede tensionar los músculos que se encuentran debajo del mentón y sobrecargar la articulación temporomandibular. Esto podría generar dolor, fatiga y un chasquido en la mandíbula, además de dificultad para abrir la boca, dolores de cabeza y dolor de cuello.
Los malos hábitos posturales pueden restringir la caja torácica y comprimir el diafragma. Esto puede reducir la capacidad pulmonar y provocar una respiración poco profunda o dificultosa, fatiga y falta de energía, lo que puede afectar la productividad general.
Mejorar la postura puede ayudar a evitar o a revertir muchas de estas afecciones. Te sorprenderás al ver cómo puede mejorar tu calidad de vida, con solo ponerte de pie un poco más erguido. Conoce más sobre la higiene de la columna vertebral.