Todos asumimos que el lenguaje de señas es para quienes tienen discapacidades importantes de audición y lenguaje y sus familiares, pero la realidad es otra.
El lenguaje cuenta con los mismos principios organizativos y estructurales que las lenguas orales, su uso tiene consecuencias positivas en el cerebro de todo el mundo, no solo de las personas que carecen del sentido del oído.
Aunque el lenguaje de señas es una forma de integración social y posee beneficios universales, la sociedad no le da la importancia que debería.
Los estudios científicos han demostrado que, los adultos y niños que aprenden un lenguaje de signos a través de gestos, y una percepción visual del espacio; mejoran en su respuesta a los estímulos de su campo visual.
En las grandes llanuras la lengua de señas se usó para caza, embocadas y comercio
La visión periférica es muy importante para conducir un vehículo, en los deportes y la lectura. Dominar el lenguaje de signos nos hace mentalmente más ágiles, ayuda a comprender la sinestesia, favorece la comprensión del arte, redescubre la poesía, aporta en la creatividad y, sobre todo, nos predispone a aprender nuevas lenguas con mayor facilidad.
Es habitual que en lugares muy ruidosos, como fábricas, salas de máquinas de barcos o cualquier lugar con maquinaria muy ruidosa, las personas que allí trabajan desarrollen algunas formas de comunicación gestual.
Investigaciones de la Universidad RIT constataron que la exposición temprana a la lengua de signos mejora las habilidades mentales relacionadas con las funciones ejecutivas.
Organizaciones de México y Chile han puesto en marcha con éxito proyectos de aprendizaje de lenguaje de señas en personas mayores, quienes han obtenido los mismos resultados que las terapias tradicionales. Las personas con artritis recuperaron la confianza en sí mismos, la movilidad que habían perdido y aprendieron un nuevo idioma.
Una investigación de la Universidad de San Diego demostró que este aprendizaje mejora la comunicación no verbal, la cual es uno de los componentes del carisma.
Las personas que aprenden el lenguaje de señas tardan hasta un 35 por ciento menos de tiempo que las personas oyentes en encontrar los puntos más significativos de las obras de arte o descubren nuevos significados en la poesía.
Universidades del Reino Unido y Francia evidenciaron que el aprendizaje de la lengua de signos mejora la velocidad de respuesta en la visión periférica, incluso en la edad adulta, la cual es muy útil para la conducción y los deportes.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 23 de septiembre de 2018 como el primer Día Internacional de las Lenguas de Señas, para aumentar la conciencia pública sobre las lenguas de señas y su importancia vital para los derechos fundamentales.
Las lenguas de señas son verdaderas lenguas naturales con una estructura y léxico propios, su única diferencia con las orales es que se realizan en el espacio tridimensional y usan el canal de comunicación viso-gestual.
Fuentes: Instituto Nacional de Salud de Perú, Human Rights Watch, Universidad VIU y Cultura Sorda.
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