¿Aves ebrias? Conoce a los pájaros alas de cera
Estas pequeñas aves se deleitan con frutas fermentadas, lo que las lleva a estados de ebriedad tan intensos que terminan desplomadas en el suelo.
Imagina pequeñas aves que, tras comer frutas fermentadas, se emborrachan hasta caer al suelo. ¡Sí, has leído bien! Esta curiosa costumbre de las aves alas de cera los ha convertido en una de las especies más inusuales del mundo.
Estas pequeñas e inofensivas aves, autóctonas del norte de América, les gusta comer fruta con mucha azúcar, tanta que al fermentarse y convertirse en alcohol, las nockea al grado de tumbarlas en el suelo a reposar en alto grado etílico.
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Además de ser “amantes de la fiesta”, el ala de cera es un pájaro diminuto que mide alrededor de 20 cm y pesa 60 g. Su plumaje gris con toques rosados, es más vibrante en la cabeza. Posee una cresta puntiaguda en la parte posterior, alas con marcas blancas y negras en los extremos, y una mancha negra debajo de su pico similar al carbón. En el caso de las alas de cera euroasiáticas, machos y hembras comparten el mismo color.
Habituales del norte de América, México, Canadá y EEUU, estas aves migran hacia el sur en otoño, lo que las lleva a diferentes rincones del mundo, donde su comportamiento despierta curiosidad y hasta preocupación.
Algunas bandadas llegan a Crimea y Turquía. Las alas de cera que viven en América viven en el suroeste del continente en verano y vuelan a México en invierno. Está es la razón porque en diversas partes del mundo suelen encontrarse con ellas.
En algunas regiones, personas solidarias recogen a estas aves “borrachas” y las colocan en lugares seguros hasta que recuperan la sobriedad. Así, consiguen pasar la “resaca” hasta que recuperan plenamente la consciencia y el control de su cuerpo. Sin embargo, antes de caer al suelo, en su estado de confusión, no es raro que picoteen a las personas.
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Su peculiar comportamiento no parece afectar a la supervivencia de la especie, e incluso ha convertido a estas aves en estrellas de internet para muchos usuarios que se identifican con su afición a las “borracheras” y la consideran su animal espiritual. ¿Cómo ven?
Aunque este peculiar fenómeno es característico de los pájaros de alas de cera, también afecta a diversas especies de aves, como mirlos, zorzales y petirrojos, que se alimentan de frutas descompuestas y fermentadas. El alcohol resultante de este proceso puede afectar su coordinación y vuelo, aumentando el riesgo de colisiones y, en casos extremos, provocar la muerte por intoxicación.
De manera natural, la fruta pasa por un proceso de fermentación en el que parte del azúcar se transforma en alcohol. Por esta razón, existen muchas bebidas alcohólicas basadas en frutas, como la sidra y el vino. Sin embargo, los animales desconocen esto y, al ingerir frutos en exceso y en cualquier estado, están introduciendo en su organismo una cantidad significativa de alcohol que no son capaces de procesar.
Las aves de alas de cera “borrachas” pueden observarse no solo en otoño, sino también en primavera. A veces, la “intoxicación” es provocada por la savia de los árboles. En primavera, la savia fluye por el tronco ante el menor daño a la corteza. No obstante, las alas de cera “se emborrachan” con mayor frecuencia en otoño, si el clima es cálido y húmedo.
Con información de Ecoosfera