Cómo fortalecer tu mente en un mundo lleno de distracciones
Hoy en día, es fácil sentirse disperso y desenfocado. Tu teléfono vibra y se llena de mensajes y alertas. No parece haber un momento libre en tu agenda. Y sientes que añades cosas a...
Hoy en día, es fácil sentirse disperso y desenfocado. Tu teléfono vibra y se llena de mensajes y alertas. No parece haber un momento libre en tu agenda. Y sientes que añades cosas a tu lista de tareas más rápido de lo que puedes tacharlas.
La aptitud mental puede ayudarte. Este concepto se refiere a mantener el cerebro fuerte, ágil y sano, de la misma manera en que la aptitud física mantiene el cuerpo en forma. En el mundo actual, es más importante que nunca.
Cuando tu mente funciona bien, puedes manejar el estrés con mayor facilidad, concentrarte mejor, aprender más rápido, estar más presente y disfrutar más de tu vida diaria.
Piensa en la aptitud mental como un entrenamiento para tu cerebro. Te ayuda a:
Lidiar con el estrés
Mantenerte concentrado
Resolver problemas
Recordar cosas
La salud mental, por otro lado, se ocupa de tus emociones y de cómo te sientes en general. Aunque son diferentes, ambas están conectadas. Cuidar una también beneficia a la otra.
“La salud mental generalmente se refiere al estado de nuestra salud mental, psicológica y emocional en un momento dado o a lo largo del tiempo. La aptitud mental se refiere a las habilidades, prácticas y estrategias que las personas pueden implementar para apoyar y fortalecer su salud mental y bienestar”, explicó Brendon Comer, trabajador social clínico certificado de Banner Health.
Así como el ejercicio fortalece los músculos, tu cerebro mejora cuando lo estimulas y lo cuidas. La aptitud mental te ayuda a:
Desarrollar fortaleza mental, emocional y resiliencia: “La aptitud mental puede brindarte más opciones sobre cómo manejar el estrés inevitable de la vida”, dijo Comer.
Agudizar el enfoque: mejora tu atención y te ayuda a ignorar distracciones.
Mejorar la memoria: facilita recordar nombres, tareas e ideas.
Estimular la creatividad: te permite pensar de nuevas maneras.
Favorecer la salud cerebral a largo plazo: puede reducir el riesgo de desarrollar problemas de memoria.
En un mundo conectado, mantener la salud mental se vuelve más difícil. El exceso de tiempo frente a las pantallas, la multitarea y el estrés constante desgastan el cerebro.
“Las prácticas de aptitud mental ofrecen formas más saludables de enfrentar los desafíos de la vida que el adormecimiento o la distracción, que muchas personas usan para calmar o evitar el estrés y la angustia”, afirmó Comer.
“Vivimos tiempos estresantes en los que muchas personas sienten que no tienen tiempo ni energía para dedicarse al cuidado personal”, reconoció Comer.
Una forma simple de comenzar es practicar la atención plena y la amistad con tus emociones. Se trata de reconocer lo que sientes, agradecer la intención de esa emoción y luego invitarla a moverse contigo a otro espacio de tu vida.
Ejemplo: Estás estresado por un proyecto laboral y no puedes dejar de pensar en él, incluso ya en casa.
“Esa ansiedad tiene las mejores intenciones y solo quiere que ese proyecto se complete con éxito”, explicó Comer.
Estos pasos pueden ayudarte a transitar esa emoción:
Haz una pausa, incluso antes de bajar del auto, y respira profundamente tres veces.
No rechaces esa parte de ti que se aferra al trabajo. Agradécele su compromiso y responsabilidad.
Invítala a acompañarte ahora en casa, con la promesa de retomar el proyecto mañana.
“A través de esta práctica, quizás podamos establecer con mayor regularidad límites saludables y compasivos con nosotros mismos”, concluyó Comer.
Si tienes más tiempo y energía, estas prácticas pueden ayudarte:
Prueba la atención plena: unos minutos de respiración consciente al día pueden entrenar tu mente para enfocarse.
Utiliza la técnica Pomodoro: trabaja 25 minutos y descansa cinco.
Evita la multitarea: hacer una cosa a la vez mejora el rendimiento mental.
Sé creativo: pinta, escribe, toca música, o haz cualquier actividad que te dé alegría.
Tómate descansos breves: tu cerebro procesa mejor las ideas cuando se relaja.
Juega juegos mentales: crucigramas, sudokus, rompecabezas o apps de memoria.
Aprende algo nuevo: toma un curso, prueba una receta distinta o aprende palabras en otro idioma.
Alimentación balanceada: incluye grasas omega-3 (como el salmón), verduras de hoja verde, bayas y frutos secos. La dieta mediterránea es una buena opción.
Ejercicio regular: mejora la circulación y la función cerebral.
Conexiones sociales: pasar tiempo con personas queridas estimula la mente.
Sueño reparador: trata de acostarte y despertarte a la misma hora todos los días.
La vida es impredecible y, a veces, muy difícil. Las estrategias de aptitud mental pueden ayudarte a responder con mayor claridad y calma ante situaciones inesperadas:
Gestiona el tiempo frente a la pantalla: establece límites y haz pausas en el uso de redes sociales.
Reduce el estrés: estírate, escribe un diario o practica la respiración profunda.
Crea una rutina de ejercicio mental: bastan 10 minutos al día de práctica consciente.
Empieza poco a poco para tener una mente más fuerte y ágil. No es necesario hacer grandes cambios de la noche a la mañana. La salud mental se construye con hábitos pequeños y constantes.
Juega un juego de lógica, sal a caminar o llama a un amigo. Cada paso suma. Ayuda a que pienses con más claridad, te sientas mejor y protejas la salud de tu cerebro a largo plazo.
Para obtener más apoyo para la aptitud mental, comunícate con tu médico.