Más del 63% de nosotros tenemos un perro, y saber la verdad sobre estos mitos comunes que se dice sobre tu mejor amigo podrá salvar su vida.
Nuestro entendimiento sobre los perros en nuestras vidas ha llegado muy lejos desde que sus ancestros hambrientos caminaban cerca de un una fogata en busca de alimento.
Por alguna razón, muchas personas siguen pensando que el mal aliento es normal para los perros (no lo es) y que sus almohadillas los protegerá del pavimento caliente (tampoco lo harán).
Aquí te decimos cómo separar las verdades.
Gary Yarnell, DVM, veterinario de Rye, Harrison Veterinarian Hospital en Rye, Nueva York, dice que esta falsedad probablemente se deba al estoicismo innato de tu perro.
“Estamos condicionados a llorar cuando sentimos dolor, pero los perros no“, dice. “Pero ahora sabemos que eso no significa que no lo estén sintiendo. Un cachorro gritará cuando esté herido, pero un perro adulto seguirá adelante”.
Entonces, ¿cómo saber si tu perro está sufriendo? “Más allá de los síntomas obvios como la cojera, busca un cambio en el comportamiento, como comer menos o dormir más”, dice el Dr. Yarnell. “Esto es especialmente cierto para el dolor que no está localizado”.
Nuestros perros tienen muchos hábitos divertidos extraños, pero arrastrar sus traseros a través del suelo no es uno de ellos. “Deslizarse es un indicativo de un número de problemas, y algunos de ellos pueden ser serios”, dice Nori Warren, DVM, una veterinaria en Four Paws Animal Clinic en Columbia, Carolina del Sur.
Según la Dra. Warren, una aflicción común son las lombrices, un parásito que se transmite por pulgas y puede crecer a más de dos pies de longitud. Otra es una infección en las glándulas anales de tu perro, que pueden ser terriblemente incómodo y podría necesitar cirugía.
Mientras que las almohadillas de las patas de tu perro ofrecen algo de protección contra los elementos, el concreto, el asfalto y el ladrillo se pueden calentar rápidamente y causar quemaduras de tercer grado en las patas de tu perro. De hecho, incluso en un día medio de 25 grados, el pavimento puede alcanzar 51 grados.
“Si es demasiado caliente para que puedas dar algunos pasos descalzo, es demasiado caliente para tu perro”, advierte la Dra. Warren, quien nota que la arena del mar, los pisos de la caseta para el perro, y la parte trasera de una camioneta también se pueden calentar peligrosamente.
“Tu perro haría casi cualquier cosa por ti”, dice, “no le pidas que haga esto”.
Nadie sabe cómo evolucionó este mito, pero según Leslie Brown, DVM, una veterinaria en Marietta, Georgia, es completamente falso.
“El mal aliento es causado por bacterias, que usualmente son un problema de enfermedades dentales”, explica. “Si no se trata, puede causar dolor y una infección peligrosa”.
Ya que cepillar los dientes de los perros no es algo que la mayoría de los dueños de perros están dispuestos a hacer, la Dra. Brown sugiere limpiar los dientes de tu perro todos los años.
“El riesgo de infección supera con creces el riesgo de usar anestesia en su perro”, dice. “Y todos sabemos cuánto duele un dolor de muelas. Imagínense tener tanto dolor y no poder hacer nada al respecto”.
“Nadie piensa que su perro tiene pulgas, especialmente las personas que mantienen a sus perros dentro”, dice la Dr. Warren. “Pero de hecho es muy común”.
Las pulgas pueden crear complicaciones serias para los perros incluyendo infestación de lombrices, anemia, y puntos dolorosos. ”Para complicar el problema, rascarse tanto puede crear heridas que se pueden infectar fácilmente”, nota.
¿No estás seguro si tu perro tiene pulgas? Si no puedes verlas cuando mueves tu mano al sentido contrario del pelaje de tu perro, el Dr. Warren sugiere utilizar un cepillo de pulgas, que atrapará a los frustrantes insectos antes de que salten lejos.
Otra señal: pequeños puntos rojos alrededor de tus tobillos que pican como mordidas de mosquitos.
Aunque el chocolate es probablemente el alimento mejor conocido que pueda lastimar a tu perro, está a la cabeza de una lista muy larga que incluye uvas, pasas, nueces de Macadamias y cualquier cosa que contenga xylitol, un endulzante no calórico que suele ser utilizado en chicles y mentas.
“Los perros procesan las cosas diferente de lo que nosotros hacemos”, dice la Dra. Yarnell. “Los restos de mesa grasos desde filetes y otras carnes, por ejemplo, pueden crear pancreatitis en tu perro, que es terriblemente doloroso y puede amenazar con su vida”.
Las señales de pancreatitis pueden incluir vómito repetitivo y diarrea, fiebre, un estómago hinchado y debilidad general.
Mientras que el abrigo de pelo de un perro y la temperatura base de su cuerpo de entre 100.5 y 102 grados les permite tolerar mejor que los humanos los climas más fríos, el Dr. Warren dice que si está bailando y tu perro no tiene un refugio adecuado, debería estar dentro.
“Mientras más delgado sea su pelaje, más protección necesitarán del frío, especialmente si no pasan mucho tiempo fuera”, dice.
Aunque el 68 por ciento de los dueños de perros reportan que sus perros ingieren plantas en una base semanal y que el 22% de esos perros vomitan después, los veterinarios tienen distintas opiniones sobre el tema de comer pasto.
Algunos, como el Dr. Yarnell, están en contra. “Comer pasto es una manera fácil de recoger parásitos o un bocado de químicos peligrosos”, dice. “También puede generar diarrea y, si el pasto está creciendo cerca de plantas venenosas, hacer que tu perro se enferme. Simplemente no vale la pena”.
La Dra. Brown sugiere cuidar a tu perro y el pasto que está comiendo. ”Por sí solo, el pasto no es necesariamente malo, y algunos perros parecen realmente disfrutar su sabor”, dice. ”Pero si tu perro lo utiliza como una manera para vomitar, podría ser un signo de que algo está mal”.
Uno de esos problemas podrían ser intoxicación alimenticia.
Según Meaghan Ropski, DVM, veterinaria y residente de comportamiento clínico con el Animal Behavior Wellness Center en Fairfax, Virginia, esta falacia empezó con un estudio en lobos realizado entre 1930 y 1940 por un equipo de investigadores suizos.
“Ahora sabemos que liderazgo no requiere dominación”, explica. “Tu meta es crear un lazo, no una relación adversaria”. Una manera de hacer esto es establecer una rutina para tu perro, así sabrá que esperar. Desde ahí puedes trabajar en el control de impulsos y otros comportamientos importantes.
“Con suficiente información, tu perro aprenderá a tomar buenas decisiones, cómo mantener las cuatro patas en el suelo cuando alguien vaya a la puerta”, dice la Dra. Ropski.
Si tienes un labrador o un Golden Retriever que parece no poder parar de rogarte de que lances la pelota, depende de ti hacerte cargo y hacerle saber cuando han tenido suficiente.
“Los perros viven en el momento”, dice la Dra. Brown. “No son capaces de pensar en el futuro. Eso significa que tú, como su dueño y abogado, necesitas estar al pendiente de señales como golpes de calor, agotamiento e incluso almohadillas lastimadas. Muchas razas seguirán literalmente hasta caer”.
Una manera de mantener el nivel de energía de tu perro manejable sin arriesgar que se lastimen es romper el tiempo de ejercicio en pequeñas sesiones durante el día.
¿Alguna vez te preguntas por qué tu perro pasa tanto tiempo rascándose? Si has descartado las pulgas, tu perro podría estar afligido por algo que afecta a más de 50 millones de personas: alergias. El reto es determinar exactamente cuál es la causa de la reacción.
“Todo, desde algún alimento o una alergia inhalante a las pulgas de polvo pueden causar comezón, dice el Dr. Warren. “Desafortunadamente, una alergia incrementa la posibilidad de que sean alérgicos a otras cosas”.
Los filtros de HEPA y lavar con agua caliente la cama de tu perro podría ayudar con las pulgas de polvo; determinar una alergia alimenticia requiere descubrir el detonante. Podemos aliviar los síntomas con esteroides u otras medicaciones, pero es importante llegar a la raíz del problema, dice el Dr. Warren.
Al igual que una madre primeriza llega a aprender la diferencia entre el llanto de su bebé por dolor o frustración, los dueños de los perros saben que sus perros utilizan gruñidos para comunicar una variedad de emociones.
“Antes de que te enfades, toma un momento para entender el lenguaje corporal, la situación, y el tono del gruñido”, sugiere la Dra. Brown. “Tu perro podría simplemente estar tratando de tener tu atención”.
Por la misma moneda, la Dra. Brown nota que una cola que se mueve no siempre indica que un perro está feliz. “Es realmente importante aprender hablar el idioma de tu perro”, dice. “Pueden ser realmente comunicativos”.
Tu nuevo cachorro podría aullar y ladrar las primeras pocas veces que lo pongas en su jaula, pero ten paciencia: los perros, por su naturaleza, necesitan y quieren su propio espacio. La clave es nunca usar la jaula como una forma de castigo o dejar salir a tu perro para hacer que deje de ladrar.
“Los perros son inteligentes, y entenderán muy pronto que ladrar significa salir de su jaula”, dice Fred Zorn, un entrenador canino radicando en Nueva Jersey y dueño de Pipe Cleaner Pups,
quien ofrece lecciones de entrenamiento canino en video para niños.
Otra razón para hacer que tu perro esté cómodo en su jaula es en caso de una emergencia. Los perros que no están entrenados para estar en una jaula se lastiman así mismos con frecuencia y a nuestro personal cuando los enjaulamos antes o después de un procedimiento quirúrgico, dice la Dra. Brown.
Tomado de rd.com 13 Popular Dog “Facts” That Are Actually False
Mascotas
