Según filmaciones de alta velocidad realizadas por investigadores de la Universidad de Florida Central, la respuesta es el aceite.
Al examinar naranjas mientras se exprimen, el equipo observó que el aceite sale disparado a 37 kilómetros por hora por milímetro; es decir, acelera de cero movimiento a su velocidad máxima 1,000 veces más rápido que el lanzamiento de un transbordador espacial. Y eso es gracias a los incontables poros que tiene la cáscara de la naranja.
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Esos orificios son glándulas oleaginosas donde se sintetizan los aceites esenciales de naranja, limón y lima, y que inevitablemente te humedecen los dedos. Debajo de la superficie de la cáscara hay miles de ellos.
Cuando pelas una fruta cítrica, la cáscara se dobla, lo que comprime las glándulas oleaginosas y acumula presión, tal como ocurre con el plástico de burbujas al ser aplastado con los dedos. Al explotar las glándulas, salen disparados chorros de aceite a más de 10 metros por segundo: más veloz que un abejorro volando o una gota de lluvia al caer.
Los investigadores creen que un mayor conocimiento de cómo estas glándulas alcanzan una aceleración tan rápida al explotar podría inspirar nueva tecnología médica, como inhaladores de asma cargados con fundas disparadoras de medicina.
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Así que, la próxima vez, no maldigas el aceite que moja tus dedos: esa fruta podría salvar vidas… en cuanto los científicos logren que un fármaco viaje a la velocidad del zumo de limón.
Te dejamos este video para que no tengas problemas la próxima vez que necesites pelar una naranja.
